Al oeste de Estados Unidos hay un destino natural que recibe miles de turistas cada año cuya supervivencia puede estar en peligro debido a una polémica, que ya están alertando los investigadores.
Se trata del Bonneville Salt Flats o Salar de Bonneville, un desierto de sal de 260 kilómetros cuadrados, ubicado en el municipio de Wendover, en el estado de Utah en Estados Unidos.
Este salar es un remanente del Lago Bonneville que se encontraba allí durante el Pleistoceno, y es el más grande de los diversos salares ubicados al oeste del Gran Lago Salado.
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El Salar de Bonneville
Durante mucho tiempo se ha asumido que las salinas de Bonneville se formaron cuando el antiguo lago que lleva su nombre se secó, hace 13,000 años. Pero una nueva investigación de la Universidad de Utah desmontó esa teoría y determinó que estas costras no se formaron hasta varios miles de años después de la desaparición del lago.
Este salar es muy famoso por su singularidad, pero también porque ha sido escenario de series y películas, entre las que están Buckaroo Banzai y Piratas del Caribe.
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También alberga múltiples carreras que se realizan en el marco del circuito de carreras Bonneville Speedway, donde los corredores aficionados van a batir récords de velocidad en tierra. Los campos de sal son planos, lo que lo convierte en el lugar ideal para ver lo rápido que puede ir un vehículo experimental.
¿Qué pone en peligro al Salar de Bonneville?
Como tantos otros destinos del mundo, este histórico sitio es amenazado por los efectos del cambio climático, ya que la sal se está diluyendo a medida que este fenómeno natural avanza con fuerza.
En los últimos 60 años, la capa superficial se ha reducido aproximadamente en un tercio. La superficie total se ha reducido a cerca de la mitad de su tamaño máximo en 1994, según detalla Associated Press (AP).
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Actualmente, las autoridades del estado están financiando investigaciones que permitan determinar qué se puede hacer para que este salar no desaparezca y detener su deterioro.
Explica AP que los científicos están reuniendo datos para comprender los efectos que el cambio climático, las carreras de autos, la repavimentación de la sal y la operación de la mina en terrenos federales arrendados tienen en la preservación de las salinas.
