Las costas floridanas están en alerta por una misteriosa enfermedad que afecta a una especie en peligro de extinción. Más de 50 peces murieron el año pasado, y desde diciembre ya se registraron 22 nuevos casos de un extraño comportamiento que los hace girar sin control antes de morir.
El pez sierra de dientes pequeños es una criatura prehistórica inconfundible por su hocico alargado en forma de sierra. Puede alcanzar 17 pies (4.5 metros) de largo y habita en aguas poco profundas, pero su población ha disminuido drásticamente.
En este nuevo brote, seis ejemplares han muerto, lo que agrava la preocupación por su futuro. La Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre (FWC, por sus siglas en inglés) ha realizado pruebas en busca de parásitos, bacterias y más de 250 sustancias químicas, sin encontrar respuestas.
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¿Qué puede estar provocando la muerte de estas especies acuáticas?
Los científicos aún investigan la causa de este fenómeno, pero una posible explicación apunta al cambio climático. La intensa ola de calor del año pasado, responsable del blanqueamiento de corales, pudo haber alterado las algas del fondo marino, y perjudicado el hábitat del pez sierra de dientes pequeños.
Debido a la ubicación de sus branquias en la parte inferior, este animal inhala directamente desde el fondo, donde podrían estar presentes toxinas liberadas por las algas.
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“Los científicos han encontrado una serie de toxinas en los tejidos de los peces y se investigan como posibles causas”, informó la FWC. Desde el 2003, figura en la lista de especies en peligro de extinción en Estados Unidos, y en el Estado del Sol está protegido por ley.
La respuesta de las autoridades para investigar lo que sucede
Para frenar la preocupante desaparición del pez sierra de dientes pequeños, el estado de Florida ha destinado 2 millones de dólares a la investigación de la causa que abarcará la Bahía de Biscayne, Bahía de Florida y los Cayos.
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Los fondos permitirán un análisis más profundo del agua y del entorno marino, con el apoyo de guías de pesca locales, que colaborarán en la recolección de muestras y monitoreo del ecosistema. Además, se habilitó una línea de reporte para que los ciudadanos informen cualquier avistamiento de peces con movimientos extraños.
