Liverpool insiste en meterse a torneos europeos la próxima temporada

Liverpool insiste en sus posibilidades de jugar la próxima edición de las competiciones europeas, incluso la Champions League, con su segundo triunfo consecutivo contra el resistente Nottigham Forest, doblegado por Diogo Jota, Mohamed Salah y sus errores defensivos, por más que marcó dos goles en un escenario como la cancha de Anfield.

No le valió para evitar su undécima jornada consecutiva sin ganar. Ni su cuarta derrota seguida. Tampoco para salir del descenso, a un punto ahora de la permanencia, ahora penúltimo de la tabla. Ni tampoco para alterar la historia de 54 años sin ganar al Liverpool en Anfield en la Premier. Desde el 15 de febrero de 1969. Sí lo puso en duda a ratos, aunque sus empates, tanto el 1-1 como el 2-2, no fueron más allá de los tres minutos de duración.

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Siempre respondió el Liverpool, que vislumbra Europa a tres puntos. La Champions está al doble: a seis. Ganó un partido que fue suyo, sobre todo en la primera parte. Por ambición, por ocasiones, sin una clarividencia absoluta, tampoco un aluvión sobre la portería de Keylor Navas, pero, al menos, meritorio como para haber tomado ventaja mucho antes de lo que lo hizo.

Diogo Jota logró al inicio de la segunda parte abrir el marcador, con un cabezazo. El córner lo lanzó Alexander Arnold, nadie acertó a despejarlo del Nottingham Forest, con un doble rebote al que dio continuidad Fabinho y que remachó definitivamente el portugués. Sin opción ya para nadie. Ni para ningún defensa ni para Keylor, batidos al minuto y medio de la vuelta del vestuario.

Una volea de Neco Williams le dio el empate al Nottingham, pero tan pronto igualó llegó el 2-1 de los reds. La forma con la que Diogo Jota controló con el pecho, tocó con el muslo y remachó con la izquierda, la soledad con la que hizo todo eso, sin un oponente en un metro a la redonda.

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Aún dispuso Jota del 3-1, la hipotética sentencia, que evitó de nuevo Navas para sostener las opciones del Forest. En otro córner, en otro rechace, Gibbs-White conectó una volea que pasó entre Konaté y Alexander Arnold, que tocó en los dos y que acabó en la red, en el inesperado 2-2 que devolvió el partido al mismo panorama anterior: de nuevo con la respuesta inmediata del Liverpool.

Al 70’, el 3-2 definitivo. Otra falta lateral y otro error defensivo del Nottingham Forest que culminó Mohamed Salah con la derecha para marcar y poner el partido decidido en forma ya definitiva.