Doug Ford, primer ministro de Ontario, Canadá, se tragó una abeja de forma accidental durante una conferencia de prensa sobre la privatización de la atención médica, cuando una abeja que volaba cerca de él se metió directamente a su boca.
El ministro, de 57 años, de inmediato tosió en repetidas ocasiones para sacar a la abeja que se metió en su boca.
A bee caused quite a commotion when it flew into the mouth of Ontario Premier Doug Ford and got down his throat as the politician was speaking in Dundalk pic.twitter.com/eiX7DOKNJv
— Reuters (@Reuters) August 15, 2022
En un video tomado por medios locales el pasado 12 de agosto se observa a Doug Ford que trata de espantar a la abeja antes de que se metiera en su boca y le causara tos.
El ministro de Ontario se mete los dedos en la boca para tratar de sacarla y después toma un poco de agua para pasar el insecto.
“Santo Cristo, me acabo de tragar una abeja”, dice Doug Ford a los asistentes a la conferencia, mientras bromea y dice que la abeja zumbaba en su interior.
“Estoy bien, él está aquí dando vueltas en este momento. Santo Cristo, está atrapado en mi garganta, lo siento chicos. El pequeño se escapó. Estoy bien, está zumbando allí", dice entre risas.
¿Qué hacer si te tragas una abeja como Doug Ford?
Si bien el veneno de las abejas no resulta mortal, para algunos alérgicos puede causar anafilaxia en aquellas personas que son alérgicas al veneno de este insecto. Además se han registrado casos de muertes por tragar abejas, cuyo aguijón causa una inflamación que a su vez genera una insuficiencia cardiaca.
De acuerdo con portales médicos, la picadura de una abeja puede causar comezón, hinchazón y sensación de calentura en la zona donde ocurrió el pinchazo.
Sin embargo, las personas alérgicas al veneno de la abeja pueden presentar otros síntomas que merecen atención médica urgente, tales como urticaria, es decir, manchas rojas, náuseas, mareos y sensación de opresión en la garganta.
Por lo que es crucial que reciba atención médica dentro de los primeros 60 a 120 minutos después de que recibió la picadura de la abeja.