La Cámara de Diputados de México aprobó en lo general, con 348 votos a favor y 132 en contra, el dictamen de la nueva Ley de la Guardia Nacional.
La medida, impulsada por las bancadas de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM), consolida la dependencia formal de este cuerpo policiaco de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), profundizando así el control militar sobre la seguridad pública del país.
Diputados aprobaron la ley de la #GuardiaNacional con la que militares podrán ser candidatos de elección popular, lo que de acuerdo con la #oposición, marcaría el fin del estado civil mexicano.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 25, 2025
Esta reforma le otorga además facultades a la Guardia Nacional para realizar… pic.twitter.com/9VjEmZ0eEX
Ley de la GN se discute en lo particular
El dictamen está siendo discutido en lo particular, donde se registraron más de 170 reservas –propuestas de modificación– reflejo de la alta polarización que genera esta reforma.
Los partidos de oposición han manifestado su rechazo, acusando que la ley no solo avanza en la militarización de la seguridad, sino de la vida pública nacional. Afirman que la iniciativa representa un paso más hacia la consolidación del poder militar en temas tradicionalmente civiles.
“Hoy están militarizando la seguridad pública para blindar su poder y no para proteger al pueblo... La quieren bajo su control, con sus generales, con su cadena de mando y con la posibilidad de actuar sin contrapeso (...) Y esto, se lo decimos a los mexicanos, es una amenaza nacional”, dijo Arturo Yáñez, diputado PRI.
En votación económica, el Pleno acepta la propuesta de modificación al dictamen en materia de Guardia Nacional, presentada por la diputada Martha Aracely Cruz Jiménez.
— H. Cámara de Diputados (@Mx_Diputados) June 24, 2025
¿Por qué es tan polémica esta Ley?
Entre las disposiciones más controvertidas, se encuentra la autorización para que la Guardia Nacional realice operativos encubiertos, utilice usuarios simulados e incluso intervenga comunicaciones privadas, equiparando su actuación a la del Ejército en estos temas sensibles.
Asimismo, la norma establece que la cadena de mando de la Guardia será idéntica a la militar y abre la posibilidad para que sus miembros pidan licencia especial para participar en elecciones o asumir cargos de gobierno, ya sea en el ámbito federal, estatal o municipal.
Concesión de licencias: ¿Quién decide y cuáles son los riesgos?
Uno de los puntos más señalados durante el debate es sobre la entrega de licencias a los militares que deseen incursionar en la política. Según lo aprobado, la facultad para otorgar estas licencias recaería exclusivamente en el presidente o presidenta de la República o en el titular de la Defensa, sin pasar por el filtro de la Cámara de Diputados o el Senado.
La nueva Ley de la Guardia Nacional contempla cuatro tipos de licencia para el personal militar con formación policial, pero destaca la “licencia especial”, que permite a los miembros ausentarse temporalmente para participar en cargos de elección popular o desempeñar funciones en el gobierno, ya sea federal o local.
Tras finalizar su encargo, los beneficiarios de esta licencia podrían reincorporarse a la Guardia Nacional, generando inquietud sobre la posible utilización de la estructura y disciplina militar para objetivos políticos.