Hace unos días, Lucy Bravo se acercó al área de Investigación de Fuerza Informativa Azteca para conocer sobre la actuación de los policías en casos de suicidio.
Le preocupó un caso en particular, donde la fuerza pública evitó el suicidio de una persona que unas horas más tarde repitió la conducta suicida.
En este sentido, la duda era clara: ¿Qué se debe de hacer en caso de suicidio? Y ¿Qué deben hacer los policías en este tipo de situaciones?
¿Qué se debe hacer?
Sobre la primera pregunta, la Ley General de Salud (LGS) establece que la Secretaría de Salud (SSA) es la encargada de coordinar el desarrollo de acciones y programas contra el suicidio.
Artículo 73.- Los servicios y programas en materia de salud mental y adicciones deberán privilegiar la atención comunitaria, integral, interdisciplinaria, intercultural, intersectorial, con perspectiva de género y participativa de las personas desde el primer nivel de atención y los hospitales generales.
La Secretaría de Salud, las instituciones de salud y los gobiernos de las entidades federativas, en coordinación con las autoridades competentes en cada materia, fomentarán y apoyarán:
XI. El desarrollo de acciones y programas para detectar, atender y prevenir el suicidio.
Así fue creado el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio (PRONAPS) de donde se desprende el Cuadernillo Básico para la Prevención del Suicidio .
Este documento es un escrito elaborado por las secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), de Salud (SSA), de Educación (SEP), el IMSS, el ISSTE, el Instituto Nacional de Psiquiatría y otras instituciones.
De ahí se desprenden una serie de recomendaciones ante el “Qué se debe de hacer” en este tipo de situaciones, no sin antes reconocer, enfáticamente, que cada caso es diferente:
Dicho lo cual, las autoridades recomiendan:
“1.- ESCUCHE ATENTAMENTE: Continúe escuchando con apertura y respeto, es común que ante una declaración como “quisiera estar muerta” sienta cierto nerviosismo, así que por ahora sólo continúe escuchando y mantenga su atención dirigida a la persona.
2.- GENERE UN AMBIENTE DE COMUNICACIÓN FRANCA: Mantenga la calma y evalúe la severidad, algo que ayudará a tranquilizar los nervios que usted pueda sentir, es pensar en que aún no se conoce el nivel de riesgo suicida en el que se encuentra la persona.
3.- MUESTRE EMPATÍA Y SENSIBILIDAD ANTE FRASES DIFÍCILES: Permita que la persona termine su relato y después inicie la exploración del nivel de riesgo, para ello puede preguntar: ¿a qué te refieres con que “quisieras estar muerta?”.
Considere que la persona le está platicando esta situación porque posiblemente ve en usted a una persona de confianza. Respuesta hipotética: “Nunca creí que mis papás se divorciarían, me duele que no sé nada de mi papá, ver a mi mamá así, que mi hermanito también esté sufriendo, no sé cómo le pueden estar haciendo esto, si se quieren divorciar está bien, pero que vean por sus hijos”.
4.- EXPLORE LA DISPONIBILIDAD DE APOYO SOCIAL: Pregunte: ¿Has pensado en hacerte daño con la intención de morir? Respuesta hipotética: “No, solo quiero que ya se termine esto, que mis papás se queden juntos, pero si no lo hacen, que se divorcien rápido. Quiero ser abogada para ayudar a que los padres se divorcien de la mejor manera, que se hagan cargo de sus hijos y así, sufran menos, además, no podría hacerle eso a mi hermanito”.
Gracias a la exploración inicial que usted ha hecho, ahora sabe que la persona se encuentra en un riesgo de suicidio bajo, con pensamientos de muerte, sin ideación suicida, asociados al malestar emocional que siente por su situación familiar. Y aunque por ahora no encuentra solución al problema, refiere tener planes para el futuro (ser abogada), además de ser una figura protectora para su hermano menor.
Es importante no confundir factores de riesgo con señales de alerta, en el caso anterior hay factores de riesgo, como el divorcio de los padres, pero las señales de alerta no indican un riesgo alto o inminente.
5.- REFIERA PARA VALORACIÓN CON UN PROFESIONAL DE LA SALUD CAPACITADO: Una vez que la persona esté más tranquila, es importante dar continuidad a la atención mediante la referencia a un servicio de salud, que pueda valorar otros factores de riesgo no abordados en este primer momento (planes e intentos de suicidio previos, entre otros) y con base en ello se le ofrezca la atención correspondiente.
Considere que su labor como primer respondiente para abordar esta situación de crisis emocional asociada al riesgo suicida fue efectiva.
6.- DE SEGUIMIENTO EN DÍAS POSTERIORES A LA SITUACIÓN: Mencione a la persona que puede contactarle si requiere de apoyo, además, pídale que vuelva a visitarle durante la siguiente semana para saber si le dieron la atención indicada.
7.- PROMUEVA FACTORES PROTECTORES: Reitérele su interés porque fortalezca su bienestar emocional y dele recursos para mejorar su salud física, mental y social.”
¿Qué debe hacer la autoridad?
Sobre la segunda pregunta, en la CDMX existe el Protocolo General de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México , que establece las nociones básicas del actuar de los policías.
Y, más precisamente, el Protocolo de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, para la Atención de Personas con Conductas Suicidas en la Vía Pública e Instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) , publicado el 4 de agosto de 2017 en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.
Este protocolo está dividido en 7 capítulos:
- Disposiciones generales
- Políticas de operación
- De la detección de conductas suicidas en la vía pública
- De la detección de conductas suicidas en el sistema de transporte colectivo
- De la atención a personas con conducta suicida
- Acciones posteriores a la detección y atención
- Manejo de datos personales
De acuerdo con el Capítulo VI. Acciones posteriores a la detección y atención, los policías están obligados a hacer 5 cosas:
- Deberán solicitar la valoración de su condición médica, solicitar domicilio, oficio, datos de algún familiar y número telefónico para su localización.
- En caso de ser necesario, realizará el traslado de la persona a la institución correspondiente.
- Esperarán la intervención de los servicios médicos prehospitalarios (si se generaron lesiones a la integridad personal)
- Procederá a aplicar el Protocolo de Actuación Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal para la Preservación del Lugar de los Hechos o del Hallazgo y Cadena de Custodia (si se materializa la acción suicida con resultados fatales).
- En todos los supuestos en que se materialice la acción suicida con resultados fatales, las y los policías de la Ciudad de México que intervienen, tienen derecho a que se les proporcione la atención psicológica.
Ni más ni menos.
Es una realidad
El suicidio es una anomia, es una ruptura de lo social que cada 40 segundos cobra la vida de una persona en todo el mundo, de acuerdo con datos de la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por sus siglas en inglés).
En México, la estadística es igual de escandalosa: 6 mil 285 casos al año, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Por todo esto es importante continuar la discusión en torno al suicidio, cómo atenderlo, prevenirlo y trabajar en acciones que contribuyan a evitar su materialización con resultados fatales.