A unas horas de que se cumpla un año del incendio de las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INAMI) que causó la muerte de 40 migrantes, obispos de Ciudad Juárez y El Paso, Texas realizaron una misa en la que hicieron un llamado a la comunidad y a las autoridades a proteger a los viajeros y exigieron justicia para los afectados y cambios reales en las políticas migratorias.
La misa se llevó a cabo en la catedral de Ciudad Juárez a cargo del obispo de la ciudad, José Guadalupe Torres Campos y con la presencia del obispo de El Paso, Mark Seitz.
Ambos recordaron a los 40 migrantes fallecidos el 27 de marzo de 2023 en el incendio de la estación migratoria y de todos aquellos que hoy se encuentran en tránsito hacia el norte de México.
“Esta misa es para pedir por los migrantes difuntos y también por los migrantes en general. Ha pasado un año, siempre es importante que haya justicia y que propongamos todos ser siempre mejores y dar una respeta a la justicia y la paz”, dijo el obispo Torres Campos.
Migrantes siguen llegando a la frontera de Ciudad Juárez
El religioso lamentó que la ola migratoria sigue llegando a esta frontera sin que nadie pueda contenerla y sin que tenga una respuesta “suficientemente humana”.
Refirió que los migrantes “llegan en condiciones tristes, deplorables, quieren pasar (a Estados Unidos), llegan, se enfrentan a maltratos, un bloqueo, muros, se topan con ese muro físico, pero también un muro de espíritu y de corazón”.
Por ello, hicieron un llamado a los gobiernos de México y Estados Unidos, a las autoridades y a las sociedades para dar una respuesta de fraternidad, a cada país, “a que seamos como Betania, dispuestos a recibir y acoger a nuestros hermanos migrantes, acoger con respeto por su dignidad”.
Aun no hay justicia para 40 migrantes fallecidos
El sacerdote Francisco Bueno Guillén, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, indicó que aún no se ha impartido justicia respecto a las muertes de 40 personas que fallecieron en el incendio ocurrido el 27 de marzo del 2023.
Dijo que a un año, el trabajo conjunto que se hacía para cuidar a la población migrante ya no se hace como antes, sobre todo por parte de los gobiernos municipal, estatal y federal.
“La idea es que no se repita, lo que nosotros buscamos es que estos hechos que azotaron a nuestra ciudad jamás se vuelvan a dar ni aquí ni en otro lado”, dijo
Y agregó que día con día se presentan tragedias que tienen que ver con migrantes sin que las políticas migratorias de los países involucrados cambien y ante las elecciones presidenciales del 2 de junio llamó a las autoridades a diseñar políticas más justas.
“Lo que esperamos con el cambio de gobierno es que haya políticas más justas para todos, que trabajen en la dignidad humana y que sea conscientes de que la migración en nuestro país es un hecho y no coaccionar los derechos de ninguna persona”, advirtió el sacerdote.
Lamentó que aún con esta tragedia y las que suceden todos los días a lo largo del país, la situación de los migrantes no cambie: “Hemos visto a lo largo de un año cosas que no están bien, siguen violando los derechos de las personas, los siguen bajando de los trenes para que caminen largos tramos y hay abusos de las autoridades”, expuso.
Agregó que hay una deuda pendiente sobre todo del Gobierno mexicano porque los migrantes que fallecieron encerrados en el incendio de la estación migratoria siguen en el olvido.
“Se habla de 40 personas, pero cuáles son los nombres de esas 40 personas, quienes de nosotros, de los gobernantes, de la ciudadanía, conoce a los nombres de esas 40 personas que salieron afectadas”, cuestionó.
Cabe mencionar que el pasado 9 de marzo, el Gobierno de México informó que prepara la apertura de una nueva estación migratoria en medio del desierto de Chihuahua, a 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez.
¿Qué pasó en la estación migratoria de Ciudad Juárez?
Cerca de las 22 horas del 27 de marzo, un incendio ocurrió en el albergue del INAMI en Ciudad Juárez, Chihuahua, decenas de migrantes permanecían detenidos en el lugar y no les abrieron la puerta para poder salir.
El jefe del Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador explicó que el accidente habría comenzado como una resistencia a la deportación.
“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron que iban a ser deportados, movilizados y, como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas del albergue y les prendieron fuego. No imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia”, explicó.
El presidente López Obrador comentó que los primeros reportes indican que los migrantes eran provenientes de Centroamérica y Venezuela.
El Instituto Guatemalteco de Migración informó a través de un comunicado que 28 de los 39 migrantes que perdieron la vida la noche del lunes 27 de marzo son de origen guatemalteco, y aseguró que brindará apoyo y acompañamiento a las familias de los afectados.
Tanto el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Secretaría de Gobernación (Segob) lamentaron el fallecimiento de 40 personas migrantes a causa del incendio.
Las dependencias también dieron a conocer que 29 personas resultaron heridas, que fueron trasladadas a cuatro hospitales para su atención inmediata. Al lugar acudieron elementos de bomberos, policías municipales, de la Guardia Nacional y del Ejército.
Asimismo, indicaron que en la sede migratoria se encontraban alojados 68 hombres mayores de edad originarios de Centro y Sudamérica.
Por estos hechos, informaron que se interpuso una denuncia para que se investigue lo sucedido y se instruyó a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga en la salvaguarda de las personas en contexto de movilidad.
A un año de la tragedia, al menos una decena de personas han sido detenidas, mientras que el director del INAMI, Francisco Garduño, le fue abierto un proceso judicial porque la FGR lo acusa de omisión de funciones por su rol en los hechos, pero se mantiene en libertad y sin renunciar a su cargo.
