En un giro sin precedentes en la historia comercial de México, la industria automotriz, que durante más de una década lideró las exportaciones hacia Estados Unidos, ha cedido su lugar a un nuevo protagonista: los equipos de cómputo. Por primera vez, México exporta más computadoras que automóviles al mercado estadounidense, marcando un cambio estructural en el modelo económico nacional.
Este fenómeno no solo se explica por el avance tecnológico o la reubicación de cadenas de suministro globales, sino también por factores geopolíticos, como el endurecimiento de la política comercial estadounidense bajo la nueva administración del presidente Donald Trump, quien regresó la Casa Blanca en 2025 con una postura aún más firme en temas de aranceles y tratados.
Crecimiento acelerado del sector tecnológico en México
Según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, en los primeros cinco meses de 2025 las exportaciones mexicanas de computadoras se duplicaron en comparación con el mismo periodo del año anterior. En contraste, el sector automotor mantuvo cifras estables, con un promedio de crecimiento de apenas 8% desde 2017.
El presidente de la Asociación de Industriales de Autopartes de México, Francisco González, en una entrevista para CNN, explicó que tras un pico de producción al cierre de 2024, la industria automotriz ha tenido una baja del 8.5% en los primeros meses de este año.
La concentración de la inversión extranjera en el sector de cómputo se ha dirigido principalmente a Baja California, que capta el 22% del total, y a la Ciudad de México, con un 18%. Durante 2024, el país recibió 1,831 millones de dólares en inversión extranjera directa para el rubro de manufactura de computadoras, posicionándose como el segundo proveedor de equipos de cómputo a Estados Unidos, solo por detrás de China.
Tensiones comerciales y aranceles condicionan la estrategia exportadora de computadoras
En medio de este contexto, México y Estados Unidos han acordado una extensión de 90 días antes de la entrada en vigor de nuevos aranceles del 30% aplicables a productos fuera del marco del T-MEC. La renovación del acuerdo está programada para 2026, y los analistas anticipan negociaciones complejas, especialmente con la postura nacionalista y proteccionista que ha retomado la administración Trump.
A nivel interno, el escenario también ha modificado las decisiones del consumidor. Según una encuesta realizada por Nielsen, el 73% de los mexicanos en las principales ciudades está dispuesto a pagar más por productos nacionales para contrarrestar los efectos de los aranceles impuestos desde Washington.