¡Ya están fuera de peligro! Así viven los delfines del Cici en Acapulco tras el paso de “Otis”

“Otis” no solo le arrebató el hogar a cientos de personas, sino también a los delfines del Cici, aunque ante la tempestad viene la calma y hoy ya están a salvo.

Por: Pilar Espinoza y Ulises Grajales

El huracán “Otis” no solo destruyó los hogares de cientos de personas, sino que también dañó, de manera temporal, el alojamiento de los delfines del Centro Internacional de Convivencia Infantil “CiCi”, situado en la Costera Miguel Alemán, en el fraccionamiento Costa Azul de Acapulco.

A solo unas horas del paso de “Otis”, el sitió donde habitaban los delfines del Cici quedó completamente destruido: sin techos y con fuertes daños en la estructura y palapas.

El duró golpe fue principalmente para “Brisa” y su pequeño hijo “Chiquillo”, dos delfines de cuello de botella que habitan en el parque acuático en Acapulco. El día del huracán ambos se quedaron en la piscina de resguardo.

Afortunadamente, “Otis” solo les arrebató su hogar y no la vida: “Al otro día fui el primero en llegar y ver cómo estaba la situación de ellos. Se encontraban bien, normal, se les dio de comer”, dijo Alejandro Orbe, entrenador de los delfines.

“Otis” solo afectó el color de la piscina del Cici: Alejandro Orbe

Por fortuna, el paso de “Otis” solo afectó el color de la piscina del Cici, al igual que las demás albercas de Acapulco que se vieron afectadas por la caída de material y restos de viviendas que el huracán arrasó a su paso.

“Los veterinarios lo revisaron, el único problema, como en todo Acapulco, fue la falta de electricidad y el agua, pero poco a poco se fue restableciendo su piscina: su hogar”. Ahora, “Brisa”, de 28 años, y su pequeño hijo “Chiquillo”, de 5, cuentan con todo lo necesario para mantenerse a flote.

En cuanto a la comida, que se importa desde Noruega o Canadá, ambos se encuentran completamente cubiertos. Brisa consume 20 kilos de pescado y el más pequeño 10 kilos; sin embargo, el paso del huracán no ha sido un impedimento para continuar con su nutrición.

Bien dicen que después de la tempestad llega la calma y para los delfines del Cici no fue la excepción, porque ahora los mamíferos están listos para recibir a todos los visitantes que deseen regresar a Acapulco en la temporada decembrina.

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