El municipio de Nacajuca, en Tabasco, se encuentra paralizado por la violencia
Los maestros siguen acudiendo a los planteles mientras el terror psicológico se adueña de las calles de Nacajuca, Tabasco, ocasionando pánico en la población.
Tabasco es otro de los estados que, en los últimos meses, se ha convertido en uno de los más violentos de México. En los municipios de Nacajuca y Centro aplican el terror psicológico porque a través de redes sociales difunden rumores de más ataques, por lo que ahora la gente tiene miedo de salir y de enviar a sus hijos a la escuela.
Los salones permanecieron cerrados mientras los maestros atienden a los pocos alumnos que acudieron a clases. El ausentismo en esta ocasión fue ocasionado por miedo tras los hechos violentos de los últimos días en colonias de la zona conurbada de Villahermosa con el municipio de Nacajuca.
De acuerdo con algunos tutores, el temor fue alimentado desde redes sociales, donde se difundieron cientos de supuestas amenazas. Entre ellas, se afirmaba que se quemarían los planteles y todo lo que se les atravesara en el camino de los sujetos armados.
Atacan comercios en Tabasco
El pasado fin de semana presuntos delincuentes atacaron a balazos y con bombas molotov dos comercios en la ranchería El Cedral; unas horas después, el lunes 6 de mayo, hombres armados incendiaron una casa en la misma región del municipio.
Los hechos han obligado a los tabasqueños a encerrarse y bajar la cortina de negocios, mientras que las escuelas lucen vacías y este fenómeno comienza a extenderse poco a poco a otros municipios cercanos.
Padres temen enviar a sus hijos a la escuela
En medio de la ola de violencia, sigue creciendo la preocupación de los maestros y los tutores por el retraso escolar que se ocasiona en los planteles del municipio de Nacajuca, en los límites con el municipio de Centro.
“La mayoría de los tutores pues es el pánico, el miedo de que pueda pasarle algo a sus hijos, nosotros como docentes pues tenemos que estar en nuestra escuela en nuestra hora de trabajo, con o sin niños”, expresó Ana Marín, una maestra de primaria.
