Autoridades de Yucatán detuvieron a una mujer cuando se comía a un gato en medio de la calles en la localidad de Kanasín. De acuerdo con información proporcionada por medios locales, la mujer padecía de sus facultades mentales.
Los vecinos fueron quienes llamaron a los números de emergencia al ver la escena. El incidente ocurrió en una calle cera de una capilla en construcción, hasta donde llegaron elementos de la policía local para atender la situación.
Detienen a mujer que se comía a un gato en calles de Kanasín.
— Yucatán Ahora (@yucatanahora) March 2, 2024
La escena llamó la atención de los vecinos por lo que dieron aviso a las autoridades policíacas. pic.twitter.com/xsqfHJUI1M
Las autoridades arrestaron a la mujer y acordonaron la zona para realizar investigaciones; veterinarios llegaron momentos después para levantar los restos del gato, quien presuntamente murió ante de que mujer se lo comiera.
El gato estaba muerto y tirado en la calle cuando la mujer llegó y comenzó a devorarlo ante la presencia de decenas de personas. De acuerdo con los vecinos, esta no es la primera vez que la mujer comete actos insólitos, pues en otras ocasiones había bebido agua de los charcos en la calle.
¿Cómo afectan los problemas mentales a la sociedad?
La situación de la mujer que comía un gato en Yucatán pone en relieve la importancia de atender problemas mentales, ya que una de cada ocho personas en el mundo sufre algún trastorno que provocó la alteración de sus comportamientos.
Cabe destacar que el consumo de sustancias dañinas y los problemas mentales son más generalizados en las personas sin hogar, son precisamente ellos quienes tienen nula ayuda para recibir tratamiento.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los sistemas de salud en el mundo no han respondido adecuadamente a las necesidades de las personas que padecen trastornos mentales y tampoco cuenta con los recursos para hacerlo.
“Hay una divergencia considerable en todo el mundo entre la necesidad de tratamiento y su prestación, que, cuando se da, suele ser de mala calidad”, compartió la OMS.