La guerra entre Irán e Israel cumple su primera semana, marcada por siete días de ataques intensos, destrucción en zonas urbanas clave y un alto número de víctimas civiles. La ofensiva israelí, que inició el lunes pasado con una explosión en el edificio de la televisora estatal iraní en Teherán, ha desencadenado una ola de daños profundos tanto físicos como sociales.
El ataque inicial simbolizó el inicio del conflicto. Un misil impactó directamente en el complejo de medios, provocando caos en plena transmisión. La conductora del noticiero apenas logró salir del estudio cuando los escombros comenzaron a caerle encima.
Infraestructura calcinada, sociedad herida en ambos países de Medio Oriente
En los días siguientes, las consecuencias se hicieron visibles. Un reportero en el lugar describió: “Si miran a su alrededor, toda esta zona ha quedado completamente destruida. Todas las oficinas, toda la tecnología que tienen dentro, la tecnología de transmisión, todo ha quedado prácticamente inutilizado...”.
El proyectil, lanzado por el ejército israelí con el aparente objetivo de detener la propaganda de guerra, destruyó por completo las instalaciones de la emisora estatal y dejó decenas de víctimas.
El mimso corresponsal señaló: “Parte del grueso de la explosión debió de estar aquí, ya que este lugar está completamente calcinado. Si miramos hacia atrás, esa parece ser la parte principal de lo que fue la sala de redacción, con muchos escritorios, computadoras, impresoras y teléfonos. Se puede apreciar la cantidad de calor que debió absorber el impacto y la explosión...”.
Número de muertos sigue aumentando en Irán e Israel
En estos siete días de ataques se contabilizan ya más de 650 muertos y 1,300 heridos, lo que equivale a un promedio diario de casi 100 fallecidos y 200 lesionados. Las zonas urbanas más afectadas, especialmente en la capital iraní y sus alrededores, presentan niveles de destrucción que dificultan incluso las tareas de rescate.
La infraestructura de comunicaciones, transporte y salud ha sido severamente afectada. Pero más allá de los daños físicos, la sociedad iraní se encuentra profundamente conmocionada. La vida cotidiana está paralizada y el miedo a nuevos ataques domina el ambiente.
Impacto global de la guerra entre Irán e Israel: energía, economía y política exterior
Los bombardeos israelíes también han alcanzado centrales de combustible clave para la economía de Irán. Esto no solo afecta el suministro interno, sino que tiene repercusiones directas en el precio del petróleo y el gas a nivel global. Los mercados energéticos ya muestran alzas preocupantes, especialmente en regiones dependientes como Occidente, donde el impacto económico empieza a sentirse.
La situación podría escalar aún más. Desde la Casa Blanca, Karoline Leavitt, vocera del presidente Donald Trump, afirmó: “teniendo en cuenta que existe una gran posibilidad de negociaciones, que podrían o no tener lugar con Irán en un futuro próximo, tomaré mi decisión sobre si ir o no en las próximas dos semanas. Esta es una cita directa del presidente para todos ustedes hoy”.
Este mensaje, más que un llamado a la paz, ha sido interpretado por analistas internacionales como un posible factor desestabilizador adicional, con capacidad de aumentar la tensión política en medio del conflicto militar.