Al inicio de esta semana, el presidente de Francia Emmanuel Macron se reunió con el mandatario ruso, Vladimir Putin en Moscú y estuvieron sentados en una mesa durante más de cinco horas a una distancia de seis metros, para hablar del conflicto con Ucrania. Estuvieron a esa distancia porque Macron no quiso hacerse una prueba rusa de Covid-19 para no dejar su ADN en manos de médicos rusos.