Ellos eran los jóvenes asesinados en San Bartolo; exigen justicia tras masacre en Guanajuato

Una celebración por el Día de las Madres terminó en una masacre en la comunidad de San Bartolo de Berrios, en el municipio de San Felipe, Guanajuato, luego de que presuntamente integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima abrieran fuego en la plaza principal, durante la madrugada del lunes 19 de mayo.

El ataque dejó un saldo de siete jóvenes muertos, todos miembros activos de la iglesia de la localidad. Pese al dolor, las familias exigen justicia y respuestas ante un crimen que ha vuelto a sembrar el terror en esta zona del estado.

Las víctimas, entre ellos menores de edad, fueron identificados como: Luis Ángel, César Emanuel, Ángel Gerardo, Braulio Ignacio, Ángel, Luis Corona, Miguel Ángel y Mariano.

El párroco José de Jesús Negrete, quien también estuvo presente la noche del ataque, relató con dolor que todo ocurrió después de una jornada de celebración. “Habían venido todos, pero nos quedamos algunos recogiendo mesas y sillas, después escuchamos una tremenda balacera y nos tiramos al suelo por miedo”, narró el sacerdote.

Los agresores, según los testimonios, actuaron con extrema brutalidad y frialdad. Algunas versiones señalan que los cuerpos fueron colocados de manera ordenada, aunque lo único cierto es que, durante aquella madrugada, los pocos presentes en el lugar corrieron a esconderse donde pudieron para escapar de las balas.

Los cuerpos de los jóvenes aún no han sido entregados a sus familias, quienes esperan poder sepultarlos este miércoles por la tarde. Mientras tanto, en las calles de San Bartolo reina el miedo.

Tras la balacera registrada en la plaza de San Bartolo, aparecieron mantas firmadas por el Cártel de Santa Rosa de Lima en glorietas de San Bartolo y la cabecera municipal, adjudicándose la autoría del crimen.

Aunque la Fiscalía General del Estado no ha confirmado oficialmente esta versión, ya se abrió una carpeta de investigación por lo que ya es considerado el doceavo multihomicidio en Guanajuato en lo que va del año.

Vecinos evitan salir de noche y muchos se preguntan si habrá justicia en un estado donde las masacres se repiten con frecuencia, ya que hace apenas cinco meses, en esta misma comunidad, dos mujeres fueron asesinadas durante una pelea de gallos clandestina.

La Arquidiócesis de León, así como el Episcopado Mexicano, se pronunciaron en contra del asesinato de los jóvenes, exigiendo a las autoridades estatales y federales que garanticen la seguridad de las comunidades rurales.

“Con profundo dolor y consternación, los Obispos de México alzamos la voz. Esta masacre, una más entre tantas que se repiten con dolorosa frecuencia, es un signo alarmante del debilitamiento del tejido social, la impunidad, y la ausencia de paz”.