En 2018 la orca Tahlequah demostró una vez más que los animales protegen hasta la muerte a sus crías, ya que durante 17 días y 1,200 kilómetros cargó a la suya sin vida.
Pero este 2020 hay dos buenas noticias: está embarazada y es una nueva esperanza para proteger a su especie Puget Sound que está en peligro de extinción desde 2005 con potencial de reproducción.
Tahlequah es monitoreada bajo el código J-35; habita en el noroeste del Pacífico en Estados Unidos y con 20 años de edad forma parte de una comunidad de 75 orcas agrupadas en tres manadas, las cuales se distribuyen desde el sur de la Isla de Vancouver en Canadá hasta Washington.
De acuerdo con Ken Balcomb, director fundador del Centro de Investigación de Ballenas de Estados Unidos, “ J35 pasó por mi ventana hoy con otras ballenas, y luce vigorosa y saludable. Su terrible experiencia de verla llevar a la cría muerta ha terminado, gracias a Dios”.
La cría de Tahlequah murió minutos después de que nació y apuntes de investigadores señalan que la falta de salmón chinook, su fuente principal de alimento, ha provocado que pierdan la vida o enfermen junto con el ruido de los barcos que descontrolan su comportamiento.
“Los estudios de nuestros colegas de la Universidad de Washington han demostrado que estas fallas reproductivas están relacionadas con la nutrición y el acceso a su presa, el salmón Chinook. (…) Por lo tanto, esperamos que nuestros amigos acuáticos puedan dar a los residentes del sur un montón de espacio para alimentarse en este momento importante”, agregó Balcomb.
Drones han captado a otras orcas como “J35" preñadas, lo que brinda otra oportunidad a la humanidad para mantener a salvo a esta especie.
