El Reino Unido experimenta una intensa ola de calor, con temperaturas alcanzando los 30°C en Londres y 32°C en Escocia. Residentes y turistas aprovechan el clima soleado en parques y playas. En Manchester, fanáticos esperan bajo el sol para un concierto de Oasis.
Sin embargo, se han activado alertas para grupos vulnerables en Kent y Sussex debido al calor extremo. La Agencia de Seguridad Sanitaria ha emitido restricciones sobre el uso del agua debido a los bajos niveles en cuerpos de agua cercanos a las ciudades. Se prevé que las temperaturas puedan superar los 34°C, marcando uno de los veranos más secos desde 1976.
Temperatura récord en Europa
El verano boreal de 2025 está siendo un claro ejemplo de la intensificación de las olas de calor a nivel global, con Europa como uno de sus epicentros más afectados. Ciudades emblemáticas como Milán, París, Barcelona, Londres, Madrid y Roma han experimentado temperaturas extremas, superando los 40 °C en múltiples ocasiones y registrando un aumento preocupante en las “noches tropicales”, donde el termómetro no desciende de los 20 °C, dificultando el descanso y multiplicando el estrés térmico en la población.
Un estudio reciente del Imperial College de Londres, vincula directamente esta ola de calor a la crisis climática, estimando que la quema de combustibles fósiles causó alrededor de mil 500 muertes solo en Europa en un reciente episodio de calor, con más de mil 100 de estas víctimas siendo mayores de 75 años.
Barcelona y Madrid figuran entre las ciudades con mayor impacto, subrayando la vulnerabilidad de las personas con condiciones de salud previas. Incluso Moscú ha registrado su día más caluroso en 122 años, alcanzando los 34.6 °C, una temperatura inusual para la capital rusa.
¿Por qué hace tanto calor en Europa?
Las causas de estas olas de calor son multifactoriales, pero la principal es el calentamiento global provocado por la actividad humana. Expertos señalan que el cambio climático ha amplificado la intensidad de estas olas entre 2 y 4 °C en la mayoría de las ciudades europeas analizadas.
Esto se combina con fenómenos atmosféricos como vientos cálidos provenientes de África que, al ingresar al continente europeo, provocan un aumento de la temperatura. La prolongación de estas olas de calor también es una tendencia preocupante, con eventos que duran semanas y que se vuelven más frecuentes e intensos con cada fracción de grado adicional de calentamiento global.