¿Llegas a un hospital y no hay doctor? Despidos injustificados sacuden al Instituto de Salud del Estado de México

El personal del Instituto de a Salud del estado de México se encuentra vulnerable tras despidos injustificados y a su vez, nuevas contrataciones ¿Qué está pasando?

Por: Ollinka Méndez

Una ola de despidos sin justificación ha impactado a los trabajadores del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) desde el pasado jueves 19 de junio, generando incertidumbre y preocupación en el sector. A través de simples llamadas telefónicas, a los empleados se les comunicó que sus servicios ya no eran requeridos, marcando el fin de su relación laboral de manera abrupta e inexplicable.

Esta situación afecta a un grupo significativo de personal: cincuenta trabajadores de la jurisdicción de Xochatlán y veinticinco de Huixquiilucan. Estas zonas cubren municipios importantes como Naucalpan, Atizapán y Xochimilco. La consecuencia directa de estas bajas es visible en clínicas y hospitales públicos, donde los pacientes se encuentran con la ausencia inesperada de médicos y enfermeros, lo que dificulta la continuidad de la atención.

Personal de salud se encuentra en vulnerabilidad, señalan

Rolando Domínguez, enfermero adscrito al área de maternidad en Xochimilco, ha vivido en primera persona esta compleja realidad. En un testimonio revelador, Domínguez expuso la vulnerabilidad en la que se encuentra el personal de salud del ISEM.

Detalló que tanto enfermeros como promotores de salud y personal administrativo están siendo cesados sin explicación alguna. Relató que el día 19 de junio recibieron la llamada notificándoles que sus contratos no serían renovados. Al día siguiente, acudieron a la jurisdicción sanitaria correspondiente, donde sus representantes, la doctora Elena Ovando y el administrador Roberto Alvera, se deslindaron de la situación, justificando la decisión como algo “de arriba”, una respuesta común en estos casos.

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Posteriormente, los afectados se dirigieron a las oficinas centrales de recursos humanos en Toluca, donde recibieron la misma respuesta: desconocimiento de los motivos y la afirmación de que las áreas de jurisdicción dependen de los listados que ellos envíen para abrir futuras contrataciones. La espera de una explicación en la jurisdicción, incluso, resultó infructuosa, ya que las autoridades no se presentaron.

La situación es complicada y hostil, según Domínguez. Compañeros con trayectorias de ocho a doce años de servicio se vieron, literalmente, en la calle tras una llamada en la que se les dijo que “ya no eran útiles”. Esta realidad contrasta duramente con el reconocimiento público que se les da, llamándolos “héroes sin capa”, para luego descartarlos por vía telefónica.

Despidos injustificados y... ¿Nuevas contrataciones en el Instituto de Salud del estado de México?

Lo más alarmante es que, mientras se realizan estos despidos masivos, también se están llevando a cabo nuevas contrataciones. Este hecho genera una gran interrogante sobre las verdaderas razones detrás de estas decisiones. Domínguez, en su denuncia pública, busca visibilizar lo que acontece en el Estado de México, mencionando que la jurisdicción Xochatlán 06 cuenta con cincuenta servidores públicos afectados, y en Huixquilucan, entre 15 y 25. Además, se sabe que en otras jurisdicciones del Estado de México también se están produciendo despidos.

El enfermero también ha sido testigo y ha denunciado las carencias en el sector salud: la falta de personal, la insuficiencia de insumos y el prolongado tiempo de espera que deben soportar los pacientes. Si bien el desabasto de recursos ha sido un problema constante, lo que más frustra es la ausencia de soluciones concretas.

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Trabajadores cumplen con trámites y solicitudes, pero ¡los medicamentos no llegan!

Rolando Domínguez subraya que el motivo de su lucha no es solo la pérdida de empleo, sino la falta de transparencia, pues aunque se habla de falta de presupuesto, este es anual. Los trabajadores cumplen con los trámites y solicitudes, pero los materiales y medicamentos no llegan, lo que incluso los obliga a solventar gastos de papelería con sus propios recursos.

El próximo lunes, el contrato de estos trabajadores termina, y la incertidumbre es total. Rolando expresa su preocupación por sus compañeros, muchos de ellos con años de experiencia y con mayores dificultades para encontrar otro empleo, dada su edad. Pero su mayor inquietud, y la que resuena con la vocación de muchos en el sector, es por los pacientes.

Él lamenta que usuarios con enfermedades crónicas o que requieren seguimiento se queden sin consultas o sin la visita del promotor de salud que va a sus hogares. Para Domínguez, son los usuarios finales quienes más sufrirán las consecuencias de estas decisiones.

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