La generación de niños nacidos desde 2016 hasta la fecha ha tenido poca interacción con otras personas, pues únicamente ven a sus padres o salen solo cuando van al pediatra. Esta generación, denominada pandemials, ha tenido poca interacción social, lo que llega a complicar el reconocimiento de las emociones faciales.
Incluso, los bebés que han nacido en este último año solo observan a sus padres, no han podido interactuar con más personas, pues solo han pasado sus primeros meses de vida entre cuatro paredes.
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De acuerdo con los expertos, los llamados pandemials o cuarentenials no están llevando a cabo su formación de la misma manera que las generaciones anteriores.
Los niños de 0 a 5 años no han tenido oportunidad de coexistir ni aprender conceptos fuera de casa, lo que representaría una dificultad para incorporarse a la normalidad.
Expertos indican que los bebés y niños que no van a la escuela o guardería, no tienen oportunidad de coexistir y aprender conceptos fuera de casa, lo que representaría una complicación en un futuro.
No podrán reincorporarse con facilidad a la normalidad, ya que solo han convivido con sus padres y si tienen la suerte de tener hermanos esto ayudaría, pero estar en estos espacios de crecimiento individual puede afectar el desarrollo emocional.
Los pandemials son niños que no están aprendiendo a compartir, a esperar su turno o lidiar con las dificultades que el salón de clases entraña; también muestran un desajuste sensorial: no han tenido contacto con las texturas, los olores y sonidos del exterior.
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Además, el exceso de exposición a las pantallas, el poco ejercicio físico y el bombardeo constante de información es complicado de conceptualizar para los niños.
De esta manera se recomienda mantener una rutina específica con hábitos escolares y estímulos motrices, así como un contenido adecuado a su edad, siempre dejando espacio para el juego imaginario.