Las esposas de los dos últimos soldados ucranianos que quedaron escondidos en la planta Azovstal en Ucrania, pidieron al Papa Francisco que no los dejaran morir y los sacaran del lugar asediado por las fuerzas de Rusia.
En un video se puede observar a Kateryna Prokopenko, de 27 años, y Yuliya Fedosiuk, de 29, llorando mientras le piden al Papa Francisco: “por favor, no los dejes morir”, y añadieron que él representa la última esperanza para salvar la vida de sus esposos.
“Eres nuestra última esperanza, espero que puedas salvarles la vida, por favor no los dejes morir”, se podía escuchar a Prokopenko diciéndole al Papa.
Las esposas de los soldados ucranianos le dieron al Papa Francisco fotos que mostraban escenas de combatientes heridos dentro de la planta de Azovstal y le dijeron que no tenían comida ni agua.
Las esposas de los soldados ucranianos en el #Vaticano: pedimos ayuda al Papa - Vatican News https://t.co/l9qY6F3av2
— Vatican News (@vaticannews_es) May 11, 2022
Agregaron que miembros del Regimiento Azov esperan ser evacuados a un tercer país, para deponer las armas en caso de evacuación.
En respuesta a la petición de ambas esposas, el Papa Francisco afirmó que haría todo lo posible por los soldados ucranianos y que rezaría por ellos.
¿Qué pasó en la planta Azovstal de Mariupol, Ucrania?
Mariupol, un puerto en el Mar de Azov, sufrió los combates más destructivos desde que entraron las fuerzas rusas a Ucrania. Por lo que para defender la ciudad, varios soldados ucranianos se refugiaron en la planta de Azovstal.
La planta de acero de Azovstal es la última parte de la ciudad que aún está en manos de los soldados ucranianos.
Desde que las tropas rusas llegaron a Mariupol, la planta siderúrgica de Azovstal se convirtió en un búnker para resguardar a soldados y civiles ucranianos de todas las edades que buscaban refugiarse de los bombardeos.
La ONU informó que desde el pasado 29 de abril comenzaron las operaciones en coordinación con el Comité Internacional de la Cruz Roja para rescatar a mujeres, niños y ancianos que estaban refugiados.
La organización informó que dentro de la planta de Azovstal había 17 niños, el más pequeño tenía seis meses de edad.