Ha pasado más de un mes de las inundaciones en Álamo, Veracruz que devastaron miles de hogares, como el de don Mario y doña Elia, una pareja de la tercera edad que vivía en una pequeña casa de la colonia Aviación, justo a un costado de la carretera Álamo-Tantoyuca.

Hoy, esta pareja de adultos mayores trabaja para recuperar lo poco que quedó de ella. Y ante la indiferencia, así como el abandono de las autoridades, son sus hijos y sus vecinos quienes los han apoyado en la reconstrucción.

“Todo se me fue, no me quedó nada”, expresó doña Elia.

Las paredes marcadas por el alto nivel del agua, el olor a humedad y los rastros del lodo recuerdan el impacto de la crecida del río Pantepec, pero también la fortaleza de quienes regresan.

Octubre 2025: La crecida del río Pantepec más devastadora

La pareja vivió las grandes inundaciones de 1955 y 1999, pero aseguran que la registrada el 10 de octubre de 2025 fue la peor.

A sus 85 años, doña Elia lo resume así: “Pasé la del 55… pero nunca había visto algo como esto”.

El agua entró con tal fuerza que incluso dejó un refrigerador ajeno sobre la vivienda, de esta forma lo relata don Mario: “Arriba de mi casa quedó un refri que quién sabe de dónde”.

Las pérdidas materiales por las inundaciones en Álamo, Veracruz

La pareja no solo perdió su hogar, sino su fuente de trabajo. Las inundaciones se llevaron una galera donde tenían un horno para fabricar pan, únicamente quedaron escombros, dejando atrás años de esfuerzo de la familia.

Según la Secretaría de Bienestar, más de 56 mil viviendas resultaron afectadas; 14 mil son pérdida total y están concentradas en cinco municipios del norte de Veracruz, entre ellos, Álamo.

El gobierno de Veracruz estima que el tiempo de reconstrucción podría extenderse hasta dos años, luego de la devastación que dejó la inundación por las lluvias en esa entidad.

Damnificados de Álamo, Veracruz resisten ante el abandono de autoridades

Como en muchas zonas del norte de Veracruz, el retorno a la normalidad en Álamo avanza lentamente. Aunque el ánimo de don Mario y doña Elia sigue marcado por el miedo y la pérdida, se destaca la esperanza que los hizo volver.

Historias como la suya reflejan la resistencia de quienes, pese a haberlo perdido todo, se niegan a rendirse.