Ciudad de México. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) critica el despliegue de tropas de la Guardia Nacional estadounidense en la frontera con México, pues “no es una zona de guerra”. A través de un comunicado, asegura que los migrantes no son criminales, sino seres humanos vulnerables, con auténtico derecho al desarrollo personal y comunitario.
El documento, firmado por el Consejo de la Presidencia de la CEM y los obispos de la frontera norte, señala que no toda norma ni decisión política o militar, por el mero hecho de promulgarse o definirse, es justa y conforme a los derechos humanos, pues la dignidad humana “es la verdadera fuente del derecho”.
Apunta que las carencias de los mexicanos no pueden ser justificación para promover el antagonismo entre pueblos “que están llamados a ser amigos y hermanos”, y el edificar barreras que nos dividan o implementar acciones que nos violenten, no va de acuerdo “con los argumentos concebidos por hombres como Abraham Lincoln o Bartolomé de las Casas”.
