En nuestro país, de acuerdo con la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en México se producen 722 mil toneladas de residuos de PET al año, es decir, hasta 50 kilos por persona, de los cuales solo el 9 por ciento se recicla, 12 por ciento es incinerado y 79 por ciento termina en vertederos o en el ambiente.
Como una alternativa ante este fenómeno, investigadores chiapanecos idearon un proyecto en el que transforman estos residuos en filamentos para impresión 3D.
“Las botellas se cortan, se tratan, y se hacen a través de un proceso de termo formación se va haciendo que el proceso, el filamento se vaya transformando de plástico, de la tirita de plástico hacia el filamento,” dijo Jahdai Ocampo, colaboradora del proyecto.
Como resultado, de cada botella salen 26 gramos de filamento, proceso que además de reducir la contaminación, apoya a reducir costos, porque dicen que la materia prima para impresión 3D se importa de países como China y Estados Unidos, a un costo más elevado.
“Esto busca que sea una alternativa que tanto sea pública para que estudiantes, gente que esté interesada en emprender incluso un negocio pueda reciclar el PET y volverlos materia prima para que prácticamente si antes un rollo el gramo salía en cuatro pesos ahora te salga en un peso,” comentó una de las colaboradoras del proyecto, Jahdai Ocampo.
De esta forma, los desechos se convierten en materia prima, incluso algunas partes de la máquina que ayuda a este proceso fueron creadas con impresión 3D, alternativa chiapaneca que podría impactar de forma positiva a nuestro medio ambiente.
¿Qué es la impresión en 3D?
La impresión 3D, también llamada manufactura por adición (inglés), es un conjunto de procesos que producen objetos a través de la adición de material en capas que corresponden a las sucesivas secciones transversales de un modelo 3D. Los plásticos y las aleaciones de metal son los materiales más usados para impresión 3D, pero se puede utilizar casi cualquier cosa, desde hormigón hasta tejido vivo.
