Silvia Vásquez-Lavado es la primera mujer peruana que sube a la cima del Everest, pero para lograrlo tuvo que superarse a sí misma, a las adicciones que enfrentó y el abuso sexual que sufrió en su niñez. Además de la montaña más alta del mundo, Silvia subió otras cumbres como parte de su rehabilitación.
Vásquez-Lavado, hoy convertida en una activista contra la violencia sexual, escribió el libro “El abrazo de la montaña”, donde contó sus traumas de la niñez, los problemas que le generaron en la adultez y cómo su recorrido por las montañas más altas del mundo la ayudaron a sanar.
“Yo soy sobreviviente de sexual, lo pasé desde los 6 hasta los 10 años aquí en Perú, eso me destruyó la niñez”, relató la mujer a la agencia de noticias estadounidense CNN.
En 2005, Silvia llegó a la base del Everest, allí prometió regresar y conquistar la cima de la cumbre más alta del mundo. En ese momento solo contaba con un equipo prestado y nada de entrenamiento, 11 años después, logró su meta. Llegó a la punta cargando una pesada mochila con un pasado y presente que eran su pesadilla pero al mismo tiempo también su motor.
🎥 Silvia Vásquez-Lavado fue la primera peruana en llegar a la cima del Everest. Hoy se reunió con la ministra Nancy Tolentino para presentarle su libro “El abrazo de la montaña” y expresar su compromiso contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. #TambiénEsMiProblema pic.twitter.com/a3mEWiWSq6
— Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (@MimpPeru) May 26, 2023
La historia de la primera peruana en conquistar el Everest
Lo que llevó a la peruana al Everest y a las cumbres más altas del planeta, fue la llamada sesión de Ayahuasca, un ritual ancestral que involucra tomar un brebaje de hierbas y raíces, que decidió beber cuando su ida estaba al borde del abismo.
“Yo siento que el montañismo me curó, y me siento a veces como la mensajera de la montaña”, dijo.
A los 18 años, Silvia se fue a vivir a Estados Unidos, después de aquella sesión de Ayahuasca, recomendada por su madre, se vio de niña jalando a la Silvia adulta a caminar por las montañas.
“Las memorias, el trauma me regresa en la década de mis veinte y desgraciadamente empiezo a lidiar con una adicción al alcoholismo, empiezo a destruir mi vida, y cómo se te presenta la autodestrucción. En este caso a mí se me presentó con el sexo desmedido también”.
Agregó que “pero dije aquí hay 2 maneras de ver esta cosa, o caminar el resto de mi vida con las montañas internas y llevar a mi niñita o llevarla a una montaña literalmente , y es así que yo decido por la opción que me la llevo a una montaña sin saber qué esperar”.
Así fue como tomó una foto suya de niña, la de su madre y la de su expareja que había muerto, y emprendió el viaje hacia el Everest. Tras lograr su meta, se planteó un nuevo objetivo: escribir un libro, fue así como nació “El abrazo de la montaña”.
“A mi honestamente lo que me ha liberado es poder contar mi historia, el no guardar nada más de secreto”, indicó Silvia.