Mientras algunas zonas de México lidian con los estragos de fuertes aguaceros e inundaciones, otras regiones continúan bajo la influencia de altas temperaturas. En medio de este panorama, la atención se centra en un fenómeno astronómico: una tormenta solar de categoría G2, clasificada como moderada, que se prevé impactará la Tierra este sábado 14 de junio de 2025.
Este evento, anunciado por el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA (SWPC), surge a raíz de una gran abertura en la atmósfera del Sol, que está liberando un viento solar de alta velocidad dirigido hacia nuestro planeta.
Los expertos en astronomía explican que una tormenta solar se produce cuando vastas cantidades de energía electromagnética son liberadas por el Sol e interactúan con el campo magnético terrestre.
La tormenta solar del 14 de junio de 2025 podría afectar comunicaciones
Entre las consecuencias potenciales de estas tormentas se incluyen variaciones en el voltaje de las redes eléctricas y, ocasionalmente, interrupciones en el sistema de GPS.
¿Cuáles son las repercusiones de las tormentas solares recientes? La UNAM lo explica
A pesar de que estos fenómenos pueden generar preocupación, los especialistas enfatizan que forman parte de los ciclos naturales del Sol y no deben considerarse necesariamente como eventos catastróficos. De hecho, esta tormenta solar específica podría ofrecer la oportunidad de observar auroras en latitudes medias, además de causar algunos efectos menores en satélites y sistemas de comunicación.
Este año marca el máximo de actividad solar
En el contexto de la actividad solar, los expertos señalan que las tormentas solares son periodos de expulsiones de materia desde el Sol hacia el espacio. Este 2025 marca el máximo de actividad solar del ciclo 25, lo que incrementa la probabilidad de que se presenten tormentas solares de mayor intensidad.
Respecto a cómo afectan estas tormentas los sistemas de comunicación, se explica que cuando las partículas cargadas del Sol llegan a la Tierra, modifican el campo magnético terrestre. Esta alteración puede provocar interferencias en las señales de radio y errores en los sistemas de navegación GPS.
Además de las afectaciones a las comunicaciones, las tormentas solares, que se originan por explosiones en la atmósfera solar, principalmente en regiones activas con campos magnéticos muy fuertes, pueden desatar otras consecuencias.
En casos de tormentas severas, existe la posibilidad de sobrecargas en las redes eléctricas, lo que podría comprometer su funcionamiento. Asimismo, estas partículas solares representan un riesgo para los satélites, al poder dañar sus componentes electrónicos, y también implican un peligro para la salud de los astronautas en el espacio.
