Desde hace más de 200 años la fiesta del árbol ha tenido un lugar en la historia de las fechas más importantes del año.
Fue en 1805 cuando en la comunidad de Villanueva de la Sierra en España se celebró por primera vez este día gracias al párroco Ramón Vacas Rojo y al de los propios habitantes.
Con el tiempo consiguió su estatus de internacional a través del impulso de las Naciones Unidas para recordarle a la población la importancia de proteger estas plantas que producen oxígeno y CO2.
Es así que cada 28 de julio se celebra el Día Mundial del Árbol y de acuerdo con el país se tiene una fecha especial.
En México es el segundo jueves de julio por decreto del ex presidente Adolfo López Mateos.
Beneficios: Reguladores de temperatura y grandes pulmones
Datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señalan que México tiene 137.8 millones de hectáreas con vegetación forestal, lo que representa el 70.5 % del territorio nacional.
A lo largo y ancho de México se encuentran enormes hectáreas con árboles los cuales funcionan como pulmones, regulan la temperatura, purifican el aire, captan la lluvia, reservan bióxido de carbono, protegen el suelo y son hogar y refugio de diversas especies.
“Nuestros árboles, bosques y selvas son responsabilidad de todos, conocerlos, cuidarlos y conservarlos redituará en beneficio de las presentes y futuras generaciones”, indica la Secretaría.
Otros de sus beneficios son proporcionar alimentos en huertos urbanos; refrescan las calles; limpian el aire y proporcionan oxígeno y revalorizan el entorno.