No perdió un solo partido en el mundial y siempre mostró un futbol efectivo y equilibrado que no siempre necesitaba de la pelota.
Nombres de gran cartel como Antoine Griezmann, Kylian Mbappé y Paul Pogba, tres de los jugadores más codiciados del mundo, respondieron en el momento oportuno y demostraron lo que valen sus millones.
Terminaron primer lugar del grupo sin mucho brillo pero tuvieron las capacidad de imponerse a rivales complicados como Argentina y Uruguay, y el oficio para superar a uno de los mejores rivales de la competencia, Bélgica.
Hoy todo Francia festeja.
Tuvo que poner autoridad ante la heroíca Croacia y vuelve a levantar la Copa del Mundo. Muy pocos pueden presumirlo.