Quintana Roo. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realiza trabajos de mantenimiento en Tulum. Se trata de un caso especial de conservación, debido a las características de esta zona arqueológica: la cantidad de turistas que recibe, el contacto directo con el mar, los fenómenos meteorológicos, el clima caluroso, la fauna endémica (principalmente iguanas) y el subsuelo erosivo característico de la Península de Yucatán.
Según la restauradora Patricia Meehan Hermanson, la temperatura sobre las rocas de las construcciones puede variar de 20 a 30 grados en sólo dos horas. “Tenemos todos los factores de deterioro que se puedan imaginar”, señaló.
Los más recientes trabajos, que iniciaron el 15 de abril y concluirán a finales de mayo, incluyeron la limpieza e impermeabilización de azoteas de edificios con pinturas murales: el Castillo, el Templo de las Pinturas y el Templo del Dios Descendente, además de la Casa del Halach Uinic. El recubrimiento se realizó con una técnica tradicional, que aplica por siete días mezclas de jabón de barra y piedra de alumbre.
Para los detalles de restauración también se están probando diferentes tipos de morteros a base de cal, más resistentes al clima que los de cemento.