El cáncer de colon, también conocido como cáncer colorrectal, es el responsable de más de 100 mil muertes al año en el mundo.
En México ocupa el cuarto lugar de los tipos de cáncer más frecuentes y se diagnostican alrededor de 15 mil nuevos casos al año, de acuerdo con la doctora María de Consuelo Díaz Romero, médica oncóloga del Instituto Nacional de Cancerología.
Este tipo de cáncer se origina cuando las células en el cuerpo comienzan a crecer en forma descontrolada y comprende todos aquellos tumores que se originan en el colon y el recto.
La especialista apuntó que la mayoría de este tipo de tumoraciones se desarrollan como un crecimiento en la capa interna de estos órganos, lo que se conoce como pólipos o adenomas.
Algunos factores de riesgo son los malos hábitos alimenticios, sobrepeso y obesidad, resistencia a la insulina, adicciones al tabaco, al alcohol y la poca o nula actividad física durante el día, en otras palabras al sedentarismo, entre otros.
Este tipo de cáncer es el tercero más común en el mundo y tiene mayor incidencia en personas jóvenes, de hecho. En México, los tumores malignos de órganos digestivos ocupan el tercer lugar en personas de entre 18 a 29 años.
Algunas personas no presentan síntomas en sus etapas tempranas, por lo que es necesario estar atentos a cualquier anormalidad que se presente en las evacuaciones, como sangre en las heces o mucosidades, aseguró Romero.
También recomendó acudir con un especialista cuando notes cualquier cambio en los hábitos intestinales como diarrea constante, estreñimiento o molestias abdominales o cansancio extremo.
Afirmó que el cáncer de colon se puede prevenir con un diagnóstico temprano, en el cual se detecte la enfermedad y se le brinde al paciente un tratamiento adecuado, estas acciones tienen un gran impacto en la supervivencia del paciente.
Por último la especialista exhortó que las personas realicen un cambio de hábitos en su estilo de vida en el que incluyan a diario realizar 30 minutos de ejercicio, disminuir el consumo de carnes rojas y lácteos, mantener una dieta equilibrada alta en fibra y llena de frutas y verduras y que se eviten adicciones a sustancias nocivas como el tabaco y al alcohol
