El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa que se propaga con facilidad a través del aire cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso habla. Esta puede afectar a cualquier persona y es especialmente prevalente en los niños y puede provocar complicaciones graves.
Antes de extenderse por todo el cuerpo, el virus del sarampión infecta las vías respiratorias superiores, causando una serie de síntomas característicos. Entre ellos se encuentran la fiebre alta, tos persistente, secreción nasal y una erupción cutánea que comienza en el rostro y se extiende por todo el cuerpo.
¿Cómo evitar el contagio de sarampión?
Verifica tu estado de vacunación contra el sarampión: Es fundamental comprobar si estás vacunado antes de iniciar tu viaje. Si no lo estás, asegúrate de recibir la vacuna triple viral al menos 14 días antes de tu partida, idealmente 21 días antes.
Precauciones durante el viaje:
- Lávate las manos con frecuencia.
- Evita tocar tus ojos, nariz o boca.
- Cubre tu nariz y boca al estornudar o toser.
- Evita el contacto cercano con personas enfermas.
En caso de enfermedad:
- Contacta a tu seguro médico o al personal de salud local.
- Informa a la embajada o consulado de México más cercano.
Encuentra los datos de contacto de las embajadas y consulados de México:
- Embajadas: https://directorio.sre.gob.mx/index.php/embajadas-de-mexico-en-el-exterior
- Consulados: https://directorio.sre.gob.mx/index.php/consulados-de-mexico-en-el-exterior
¿Qué previene el sarampión?
La mejor forma de protegerse del sarampión y evitar su transmisión a otros es a través de la vacunación. Esta medida segura y eficaz permite al organismo desarrollar la inmunidad necesaria para combatir el virus.
Antes de la introducción de la vacuna contra el sarampión en 1963 y su posterior implementación a gran escala, las epidemias de esta enfermedad se producían con regularidad, aproximadamente cada dos o tres años, causando alrededor de 2,6 millones de muertes anuales.
A pesar de contar con una vacuna segura y accesible, se estima que en 2021 alrededor de 128.000 personas, en su mayoría niños menores de cinco años, perdieron la vida a causa del sarampión.
