La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha informado que este viernes 3 de mayo da inicio la segunda ola de calor en México , la cual se extenderá por gran parte del país, con temperaturas que podrían superar los 45 °C en algunas zonas.
De acuerdo con el comunicado emitido por la Conagua, la combinación de una línea seca que se extenderá por el norte del país y la corriente en chorro subtropical, generarán un ambiente caluroso a muy caluroso en los próximos días.
¿Cuáles son los estados más afectados por la segunda ola de calor?
Se espera que las temperaturas más altas se registren en los siguientes estados:
Temperaturas máximas superiores a 45 °C: Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Tabasco.
Temperaturas máximas de 40 a 45 °C: Tamaulipas, San Luis Potosí, Morelos, Jalisco, Colima, Campeche y Yucatán.
Temperaturas máximas de 35 a 40 °C: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango, Sinaloa, Nayarit, Nuevo León, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Estado de México (suroeste), Puebla (norte y suroeste) y Quintana Roo.
Temperaturas máximas de 30 a 35 °C: Ciudad de México y Tlaxcala.
¿Qué es una ola de calor y cuáles son sus riesgos?
Una ola de calor se define como un período prolongado de tiempo en que las temperaturas son significativamente más altas de lo normal en una región determinada. Estas condiciones extremas pueden durar varios días o incluso semanas, y tener graves consecuencias para la salud humana y el medio ambiente.
Entre los principales riesgos asociados a las olas de calor se encuentran:
- Deshidratación: La pérdida excesiva de líquidos corporales puede provocar mareos, náuseas, estreñimiento y, en casos severos, incluso la muerte.
- Insolación: Es una condición grave causada por la exposición prolongada al calor extremo, que puede provocar fiebre alta, confusión, convulsiones y coma.
- Agotamiento por calor: Se caracteriza por fatiga, debilidad, calambres musculares y mareos, y puede ser un precursor de la insolación.
- Agravamiento de condiciones médicas preexistentes: Las personas con enfermedades cardíacas, pulmonares o renales, así como los adultos mayores y los niños pequeños, son más propensos a sufrir complicaciones graves por las olas de calor.
- Sequías: La falta de lluvias y las altas temperaturas pueden provocar sequías, lo que afecta la disponibilidad de agua para consumo humano, agricultura y ganadería.
- Incendios forestales: El calor y la sequedad aumentan el riesgo de que se inicien y propaguen incendios forestales, lo que puede ocasionar daños a la flora, fauna y propiedades.
- Deterioro de la calidad del aire: Las altas temperaturas y la baja humedad pueden favorecer la formación de ozono y otros contaminantes, lo que afecta la calidad del aire y puede provocar problemas respiratorios.
Recomendaciones para enfrentar la ola de calor
Ante la llegada de la segunda ola de calor, la Conagua recomienda a la población tomar las siguientes medidas:
- Mantenerse hidratado: Beber abundantes líquidos, especialmente agua natural, durante todo el día, incluso si no se siente sed.
- Evitar la exposición prolongada al sol: Especialmente durante las horas más calurosas del día (entre las 11:00 y las 16:00 horas).
- Usar ropa ligera y de colores claros: Esto ayuda a reflejar el calor del sol y mantener el cuerpo fresco.
- Consumir alimentos frescos y ligeros: Evitar comidas abundantes y grasosas que pueden generar mayor calor corporal.
- Vigilar a las personas más vulnerables: Niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas requieren especial atención durante las olas de calor.
- Estar atento a las alertas y recomendaciones de las autoridades: Seguir las indicaciones de las autoridades locales y estatales para protegerse del calor extremo.
En conjunto, la población y las autoridades deben trabajar en colaboración para mitigar los efectos de las olas de calor y proteger la salud de las personas y el medio ambiente.