Casi 30 años duró el sueño mexicano de Juana Rosa; enferma, sola, sin papeles, ni bienes, tendrá que volver a Tegucigalpa, Honduras a tratar de bien morir, pues en Villahermosa, Tabasco para ella todo terminó, la desdicha llegó a su vida.
Ella misma describe algunos de los males físicos que la aquejan, viven en una cochera, luego de haber sido echada de su propia casa.
“Tengo los riñones ya... deficiencia renal, se me complica todo y mi vista ve, no puedo, yo me sentí mal”, son algunas de las palabras que Juana Rosa expresa a Fuerza Informativa Azteca (FIA).
Tras permanecer varios días en el hospital, actualmente vive en la cochera de una casa, en el fraccionamiento Marcos Buendía en Villahermosa, Tabasco, en donde unos vecinos le dieron posada.
Pero no todo fue malo, hace años, con mucho esfuerzo, compró un terreno y construyó un cuarto, pero por no tener documentos la puso a nombre de otra persona, quien al paso del tiempo la obligó a que le vendiera la propiedad a un precio irrisorio.
La semana pasada llegó, le pagó y la desalojó.
Juana Rosa recuerda cómo fue que la despojaron de su pequeño patrimonio:
“En una libreta me hicieron que yo firmara… Me dio 60 mil pesos y luego ya es todo, ya es todo y ya me sacaron, la silla de ruedas para fuera y ya me senté", rememora.
Juana Rosa recibió el apoyo de sus vecinos
Ante la injusticia que vivía, los vecinos de Juana Rosa reaccionaron, trataron de auxiliarla, pero ya nada pudieron hacer.
Una de las vecinas de la hondureña; Gladys Prats opina sobre la situación de Juana Rosa:
“Yo no doy crédito a que alguien tenga ese corazón para agarrar a una persona que está en total estado de indefensión y la ponga en medio de la nada, porque es la nada, es la calle y te des la vuelta y simplemente la dejes ahí", reprocha.
Juana Rosa es uno de los 35 mil hondureños residentes en México según el INEGI; es viuda, vivió en concubinato en este fraccionamiento, tuvo un hijo pero falleció y desde que enfermó era apoyada por sus vecinos.
Gladys reflexiona sobre la situación: “el sueño de muchos, no, de querer salir adelante, vino a formar una familia y desgraciadamente pues la muerte arrebató todo eso”
Hoy Juana espera obtener ayuda para regresar a Tegucigalpa y reencontrarse con los suyos, ya nada tiene ni la ata en México, aquí donde encontró el amor pero también la desdicha.
José Raúl Reyes, Fuerza Informativa Azteca.