¡Las sorpresas no dejan de llegar! El Vaticano anuncia un hecho sin precedentes: el Papa León XIV posee la ciudadanía peruana. La noticia ha sorprendido a propios y extraños, generando una ola de interrogantes sobre los motivos detrás de esta doble nacionalidad. Si bien el pontífice nació en Estados Unidos, su estrecha relación y profundo arraigo con Perú explican por qué solicitó y obtuvo la ciudadanía.
¿Cómo llegó el Papa León XIV al Perú? Sus primeros años
El Papa León XIV, cuyo nombre de nacimiento es Robert Francis Prevost, nació en Chicago, Estados Unidos; sin embargo, su historia está profundamente entrelazada con Perú, país al que llegó en 1985 como misionero agustino. Durante más de cuatro décadas, su trabajo pastoral, social y comunitario dejó una marca significativa en diversas regiones del país andino, especialmente en el norte peruano.
Inicialmente, Prevost trabajó en Chulucanas, Piuram y posteriormente en Trujillo. En esta ciudad, se involucró en proyectos de formación para religiosos y laicos, trabajando en contextos desafiantes marcados por la crisis social y la violencia.
¿Qué hizo el Papa León XIV en Chiclayo, Perú?
A lo largo de los años noventa y dos mil, el enfoque de Robert Francis Prevost se centró en la formación espiritual, la incansable promoción de la justicia social y el cercano acompañamiento de comunidades rurales y urbanas que enfrentaban la dura realidad de la pobreza y la inestabilidad política.
Su compromiso y liderazgo fueron reconocidos en 2014, cuando fue nombrado administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo. Al año siguiente, consolidó aún más su vínculo con la región al ser nombrado obispo de Chiclayo, fortaleciendo su cercanía y liderazgo entre los fieles del norte peruano.
¿Por qué pidió al Papa León XIV la nacionalidad peruana?
La decisión de Robert Francis Prevost de solicitar la nacionalidad peruana en 2015 se fundamentó en varios pilares. En primer lugar, al asumir el liderazgo como obispo de Chiclayo, demostró esencial la naturalización como una muestra concreta de su compromiso con el país y como un paso necesario para cumplir con los requisitos legales y eclesiásticos establecidos entre la Santa Sede y el Estado peruano.
En segundo lugar, tras dedicar décadas a servir y vivir junto a las comunidades peruanas, Prevost desarrolló un profundo sentido de identidad y pertenencia. Su solicitud de ciudadanía peruana fue la formalización de su deseo de ser reconocido como parte integral de la nación a la que había entregado gran parte de su vida y su vocación pastoral. Este acto fue institucionalmente reconocido cuando el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) confirmó su nacionalidad el 24 de agosto de 2015.