Tener lavanda en maceta es como tener un pedacito de campo mediterráneo al alcance de la mano. Su color, su aroma y su resistencia hacen de esta planta una de las favoritas para quienes buscan decorar con verde sin complicarse demasiado.
Y la buena noticia es que no hace falta un jardín: con los cuidados correctos, la lavanda se adapta perfectamente a una maceta en balcón, terraza o incluso dentro de casa.
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¿Qué necesita la lavanda para crecer bien en maceta?
La clave está en entender que la lavanda viene de un entorno seco, soleado y con suelos bien drenados. Lo ideal es colocarla en un lugar donde reciba sol directo al menos seis horas al día. Cuanto más sol, más flores… y más aroma.
En cuanto al sustrato, necesita una mezcla ligera que no retenga demasiada humedad: una buena combinación es tierra universal con arena gruesa y perlita. La maceta debe tener buen drenaje y, si se puede, una capa de piedras al fondo para evitar encharcamientos.
El riego es otro punto clave: menos es más. Solo cuando la tierra esté completamente seca en la superficie. En otoño e invierno, el riego debe ser casi nulo.
@quiero_verde Junto a mis amigos de #stihl seguimos sembrando comunidad y juntos somos #StihlVerde. Hoy presentamos: multiplicar lavanda #ecotips ♬ sonido original - Felipe
¿Cada cuánto se poda y trasplanta la lavanda?
La poda es fundamental para que la planta se mantenga compacta y no se vuelva leñosa. Se recomienda hacerlo después de la floración, recortando los tallos florales secos y reduciendo el volumen general. Esto estimula un crecimiento sano y más flores la próxima temporada.
En cuanto al trasplante, cada dos o tres años es buena idea renovar el sustrato y, si hace falta, darle una maceta más grande. También es buen momento para dividir la planta si ha crecido mucho o hacer esquejes.
¿Qué cuidados especiales necesita si se cultiva en interior?
Aunque la lavanda ama estar al aire libre, también puede vivir dentro de casa si se le da lo que necesita: luz natural abundante y ventilación. Una ventana orientada al sur es el mejor sitio posible. Eso sí, su floración será menor que en exterior.
Es importante rotar la maceta de vez en cuando para que crezca pareja, y estar atentos al riego: en interior, la tierra tarda más en secarse, así que hay que evitar excesos. Y si el clima lo permite, en primavera-verano conviene sacarla un rato al exterior para que recupere fuerza.
La lavanda no solo embellece cualquier rincón, también purifica el aire, repele insectos y regala un aroma que relaja. Con unos cuantos cuidados básicos, puede convertirse en una de tus compañeras verdes favoritas en el hogar.