La cebolla es un ingrediente esencial en muchas recetas, pero a menudo nos enfrentamos a un problema al momento de cortarla: las lágrimas. ¿Quién no ha experimentado esa sensación de ardor en los ojos que nos hace llorar sin control? Afortunadamente, existen algunos trucos caseros que pueden ayudarnos a evitar este incómodo efecto.
Antes de comenzar te cuento que esta verdura produce el llanto debido a una sustancia llamada ácido sulfúrico, la cual se libera cuando cortamos la cebolla. Cuando este ácido entra en contacto con nuestros ojos, produce una reacción química que nos hace llorar. Pero no te preocupes, ¡Hay solución!
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Uno de los trucos más efectivos es utilizar un cuchillo bien afilado. Ya que cuando picamos este ingrediente con un cuchillo desafilado, provocamos que se rompan más células de la cebolla, liberando así más ácido sulfúrico. En cambio, con un cuchillo afilado, se cortan menos células y se reduce la cantidad de ácido que se libera.
Otro truco muy útil es mojar la cebolla antes de cortarla. Puedes sumergirla en agua fría durante unos minutos o rociarla con agua antes de empezar a cortarla. Esto ayuda a que los compuestos volátiles de la cebolla se disipen en el agua en lugar de liberarse en el aire y llegar a nuestros ojos.
También puedes intentar congelar la cebolla antes de cortarla. Al hacerlo se rompen las células de la verdura y se reduce la liberación de ácido sulfúrico. Sin embargo, este método puede afectar un poco la textura de la cebolla, por lo que es recomendable utilizarla en recetas donde se cocine posteriormente.
Por último, si ninguno de estos trucos te funciona, puedes utilizar gafas de natación o gafas de buceo mientras cortas la verdura. Estas gafas crean una barrera entre tus ojos y los compuestos de la cebolla, evitando así que te haga llorar.
