FOTOS | La relación entre Luis Miguel y Michelle Salas está rota, ¡no se hablan!
La relación entre padre e hija no existe, según ha confirmado un buen amigo de ambos.
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Luis Miguel y Michelle Salas son padre e hija.
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Sin embargo, no llevan una buena relación.
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La relación entre ambos se fracturó hace algunos años.
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Justo cuando se encontraba en su mejor momento.
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Si hacemos memoria, recordaremos que la relación entre ellos nunca fue cercana.
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Desde que Michelle era niña vivió alejada de su padre.
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Se sabe que Stephanie Salas procuraba que Michelle pasara tiempo con Luis Miguel.
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Pero la agenda de trabajo del llamado “Sol” impidió muchas veces que se vieran con frecuencia.
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Incluso por una larga temporada se alejaron.
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Hasta que Michelle creció y tomó una decisión.
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La modelo se acercó a él con la intención de recuperar el tiempo perdido entre ellos.
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Incluso se sabe que se fue a vivir con él.
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Temporada en la que ambos vivieron grandes momentos.
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Su relación iba de maravilla.
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Iban juntos a todos lados.
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¡Se notaba que había mucho amor!
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Pero todo se derrumbó cuando Michelle inició una relación con el mejor amigo de su papá. Él le dejó de hablar y ella tomó su distancia.
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Pero el truene más fuerte se dio cuando Michelle vio la serie de su papá.
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Donde no solo dejó mal parada a su mamá, sino a ella.
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Acto que le dolió muchísimo y “pintó su raya”.
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Y nada volvió a ser lo mismo…
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Desde entonces la relación está rota.
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Y al parecer no hay interés por parte de ninguno de los dos de retomar la relación.
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Un amigo de Luis Miguel, Rafael Herrerías, contó que entre padre e hija no existe relación alguna.
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Según el informante, Michelle y Luis Miguel no viven cerca.
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Como se ha dicho en diferentes medios de comunicación.
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“Michelle estuvo en la casa, fue a darme el pésame, falleció mi señora”, contó Herrerías.
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Y contó que “ella está haciendo su vida, no requiere de (Luis Miguel) más que por su afecto”.
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“Está viviendo con su novio (y) no tiene problemas de nada”, añadió.
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También contó que “no está cerca de él como mucha gente no lo está de sus padres”. Declaración que deja en claro que por muy padre e hija que sean, las heridas siguen a flor de piel y solo el tiempo las curará, y tal vez vuelvan a retomar su relación.