Adoptar gatos es un acto de amor, pero también un proceso de adaptación que muchos dueños subestiman. Los expertos en comportamiento felino explican que la llamada "regla 3-3-3" puede marcar la diferencia entre una convivencia exitosa y una llena de conflictos, por lo que aquí mencionamos de qué se trata.
Esta desconocida teoría indica que un animal necesita 3 días para empezar a relajarse, 3 semanas para adaptarse al entorno y 3 meses para sentirse completamente seguro y en confianza dentro de su nuevo hogar. Por tal motivo, especialistas del sitio Hill's Pet recomiendan aplicarla para evitar problemas y lograr una integración satisfactoria con la nueva mascota.
Esto sucede durante la regla 3-3-3 con un gato y no debes preocuparte
Durante ese tiempo, el gato puede mostrarse escondido, asustado o incluso reacio a comer, y eso es completamente normal. La paciencia, el respeto a su espacio y una rutina estable son claves para que el felino se sienta protegido.

Según veterinarios, conocer y aplicar esta norma no solo evita problemas de conducta o estrés, sino que también fortalece el vínculo entre el gato y su familia humana desde el primer día.
Así puedes ayudar a un gato a mudarse a un nuevo hogar
- Preparar un espacio seguro desde el primer día: antes de llevarlo, elegir una habitación tranquila donde colocar su cama, caja de arena, comedero, bebedero y juguetes.
- No lo obligues a explorar: dejarlo salir de su habitación poco a poco, a su ritmo. Algunos gatos lo hacen en horas, otros tardan días.
- Conservar objetos con su olor: tener su manta, cama o rascador usados. Los olores familiares lo ayudarán a sentirse seguro y reconocer su propio territorio dentro del nuevo hogar.
- Mantener su rutina: tienes que intentar que las comidas, los juegos y los horarios de descanso sean los mismos de siempre. Los gatos se tranquilizan cuando todo ocurre de forma predecible.
- Evitar visitas o ruidos fuertes los primeros días: durante la primera semana, tendrás que mantener el ambiente lo más tranquilo posible. Las visitas, mudanzas de muebles o música alta pueden aumentar su estrés.














