Mario recibe una llamada del reclusorio donde le informan que Laura fue secuestrada. Mario se entera que no se le ha asignado algún abogado y comienza a sospechar. Durante la cena, Esmirna le pide a los Figueroa que le regresen a su bebé. Laura y Lidia culpan a Catalina como la responsable del robo de la bebé y de varios crímenes más. Laura pide a la fiscal Ledezma que la arreste pero no prosigue al no ser la manera correcta para ejercer la ley.
La fiscal Ledezma quita a Diego y Acevedo del caso pues su relación con Laura compromete todo. Olmo entregó las pruebas que liberan a Laura, por lo que ella cree que Diego le mintió una vez más y se va de su casa. Catalina le dice a Stephanie que deben huir pues están a punto de encontrarlas culpables. Olmo va a casa de Laura para invitarla a cenar. Laura lo presenta ante su padre y Mario descubre que Olmo es quien se hizo pasar por su abogado. Olmo amenaza a Mario de no parar hasta lograr su cometido con Laura. Mario le responde con otra amenaza.

Catalina le pide a Irma que archive unos documentos que culpan al El Niño y lo podrían llevar a prisión por años. Irma le cuenta a Stephanie para aliarse y salvar sus vidas estando de lado de El Niño. También le confiesa ser su tía. Teresa le lleva, por órdenes de Mario, un té a Juana. Teresa termina su amistad con Laura.
Laura le cuenta a su padre haber descubierto que quien lideraba a Catalina Basurto era Santiago Porrero, quien se hacía llamar El Niño, pero a pesar de su investigación sigue sin saber sobre su madre y le pide le cuente la verdad. Rosa le confiesa a Acevedo que Magaña es un policía vendido a Catalina Basurto. Mario le cuenta a Catalina que Olmo lo tiene atrapado y que no hay forma de advertirle a Laura. La Basurto se ofrece para ser intermediaria, buscando su propio beneficio.
