Nohemí nunca pensó que Juan la fuera desconocer y a negar después de embarazarla. Nohemí no está obsesionada con Juan, lo justo es que él la ayude a salir de la situación. De no haber sido por su suegra, Nohemí no sabe que habría hecho con su embarazo, pues su hijo resultó ser un cobarde.