Hay ciertas cuestiones que son fundamentales para nuestro día a día, por eso es mejor considerar tantas alternativas como sean posibles y para el caso, te comentaremos sobre los servicios que debes tener para no ser de clase baja en México.
¿Cuáles son los servicios que debes tener para no ser de clase baja en México?
Comencemos diciendo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sentó un precedente interesante ,pues dictaminó a partir del estudio Cuantificando la Clase Media en México 2010-2020, que los ingresos que deben tener los hogares de clase baja es de 11.343 pesos mensuales, mientras que los de clase media tienen que contar con 22.297 y clase alta situada en 77.975.
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Continuemos expresando que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), desarrolló una metodología para la medición multidimensional de la pobreza que incluye 9 indicadores: ingreso corriente per cápita, acceso a la seguridad social, acceso a los servicios de salud, calidad y espacios de vivienda, rezago educativo promedio en el hogar, grado de cohesión social, acceso a la alimentación nutritiva y de calidad, acceso a los servicios básicos en la vivienda y grado de accesibilidad a carretera pavimentada.
Sabiendo esto, es momento de especificar sobre los servicios que debe tener un hogar para no pertenecer a la clase baja en México y desde ese punto, el Coneval determinó que estos son aspectos fundamentales: los hogares fuera de la pobreza cuentan con piso firme y no de tierra, también el techo es de un material distinto a láminas, cartón o desechos.
Continuemos expresando que los muros son de materiales sólidos como concreto o ladrillos y no láminas o material de desecho y claro, con una ocupación menor a 3 personas por habitación, contando la cocina, los baños o pasillos.
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Y claro, los hogares fuera de la pobreza tienen estos servicios básicos: drenaje conectado a la red pública o a una fosa séptica; agua entubada dentro o fuera de la vivienda, pero siempre dentro del terreno; electricidad proveniente del servicio público, un panel solar u otra fuente y por último, combustible que se usa para cocinar como gas natural o electricidad.
