Cuando las hojas crujen bajo los pies y las calabazas empiezan a decorar cada esquina, en Chicago ya se percibe la anticipación de la nieve. Aunque el otoño aún domina con sus tonos dorados y sus brisas frescas, los residentes saben que el primer manto blanco del invierno no está muy lejos.
La ciudad, famosa por su clima desafiante, guarda en su calendario anual un momento clave: el día en que caen esos primeros copos. La fecha exacta varía, pero el clima impredecible de la ciudad asegura que siempre será un suceso digno de comentar y, por supuesto, de preparar.
La respuesta depende de factores climáticos únicos cada año, pero hay ciertos patrones históricos que permiten anticipar –con un poco de suerte– cuándo el paisaje urbano se cubrirá de nieve y transformará la urbe en una postal invernal.
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¿Cuándo fue la primera vez que Chicago vio caer la nieve?
La ciudad de Illinois presenció sus primeros rastros de nieve en un día sorprendentemente temprano: el 25 de septiembre. Este fenómeno ocurrió en dos años históricos, 1928 y 1942, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés).
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En contraste, el registro de la nevada más tardía se dio el 5 de diciembre de 1999, cuando los habitantes esperaron hasta bien entrado el invierno para ver el paisaje cubierto de blanco.
En el 2023, la nieve cayó puntualmente el 31 de octubre, lo que dejó 22 mm en la ciudad, justo a tiempo para Halloween. Luego, un segundo manto volvió a caer el 26 de noviembre y anunció que la temporada invernal estaba oficialmente en marcha.
¿Qué fecha exacta nevará en Chicago este año?
La anticipación por la primera nevada es casi tan fuerte como el frío en Chicago, y aunque es difícil predecir una fecha exacta, el promedio sugiere que podría llegar el 31 de octubre. Con ese encanto de Halloween y el cambio de estación, suele recibir sus primeros rastros de nieve justo cuando el otoño se convierte en invierno.
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Históricamente, la ciudad acumula alrededor de 94 cm de nieve cada año, aunque en temporadas recientes esa cifra ha sido más baja. Así que prepárense para el espectáculo: la llegada del primer manto de nieve promete transformar las calles y los parques en un escenario blanco. ¡A sacar las bufandas y las cámaras!
