No hay dudas de que los habitantes de California recuerdan a la perfección la inesperada y extraordinaria nevada que se vivió el año pasado en la región, que puso fin a una gran sequía de dos décadas. Para este 2024, la pregunta está en el aire: ¿puede volver a ocurrir un evento similar?
Para responder a esta incertidumbre, la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, por sus siglas en inglés), publicación oficial de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, desarrolló un estudio en el que advierte que eventos como este serán vistos cada vez menos en el futuro por culpa del cambio climático.
Tornado en Lincoln, Nebraska deja severos daños en Estados Unidos
¿Qué dictaminó la investigación?
Los investigadores involucrados en este análisis de la PNAS, que fueron liderados por la hidróloga Adrienne Marshall de la Escuela de Minas de Colorado, acuñaron el término “diluvio de nieve” para describir las fuertes nevadas que ocurren una vez cada 20 años, siendo el del 2023 el más grande registrado hasta la fecha.
Te puede interesar: La amenaza climática para la costa del Golfo tras las severas tormentas
Sin embargo, Marshall advierte a los ciudadanos que “no se acostumbren a este clima en California” de cara al futuro. Incluso con un cambio climático moderado, los cálculos del equipo sugieren que los diluvios de nieve serán un 58% más pequeños para finales de siglo en comparación con lo visto en las últimas décadas.
El frío invierno pasado en California
Lo del año pasado no fue algo normal y así lo expone el científico climático de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), Daniel Swain, quien destacó que el invierno del 2023 puede haber sido el más frío y nevado que muchos californianos experimentarán en sus vidas.
Te puede interesar: La latina que ganó un importante premio por su trabajo en el sur de California
Por su parte, Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo, señaló que la acumulación excepcional de nieve provino de ríos atmosféricos repetidos, y en esto radican las pocas chances de que se vuelva a producir el fenómeno, debido a que la capa de nieve continuará reduciéndose a medida que el clima se calienta.
