Un nuevo estado se une a Texas y Florida con la aprobación de dos duras leyes en contra de la inmigración ilegal, que les permitirían a los policías del estado identificar a los extranjeros, verificar su estado migratorio y detenerlos con fines de deportación.
Es el caso de Georgia, cuyo Senado aprobó las leyes HB-301 y HB-1105, que tienen como objetivo, según las autoridades que están a favor de las normativas, “proteger a los georgianos” de una “invasión de inmigrantes ilegales” que viven “libremente” en sus comunidades. De esa manera se expresó el pasado marzo el vicegobernador de Georgia, Burt Jones, quien pertenece al partido Republicano, a propósito del avance legislativo de una de las dos normativas.
El Proyecto de Ley de la Cámara de Representantes 301 (HB-301, por sus siglas en inglés) busca sancionar a las ciudades y condados del estado que alberguen a inmigrantes que ingresaron al país de forma irregular por medio de la eliminación de fondos estatales y abriría el camino para destituir a funcionarios y autoridades del gobierno local que contribuyan a ese propósito.
¿En qué etapa estamos de la Ley SB4?
En ese mismo sentido, el proyecto de ley HB-1105 exigirá a las autoridades encargadas de las prisiones el detalle del estado migratorio, los delitos y los países de origen de las personas que están presas, además de informes trimestrales de los carceleros sobre los reclusos nacidos en el extranjero para que luego puedan ser deportados. Estas normativas aún deben ser promulgadas por el gobernador Brian Kemp, de tendencia republicana, para que entren en vigencia.
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Las leyes antinmigración en Estados Unidos
Al igual que Florida y Texas, que aún batalla en los tribunales para poner en vigor su severa ley SB4, otros estados de Estados Unidos están analizando y aprobando en sus congresos normativas en contra de la migración irregular.
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Es el caso de Iowa, Arizona, Luisiana o Tennessee, que en la mayoría de los casos establecen como delito el ingreso irregular de migrantes a sus territorios, lo que les permitiría arrestarlos e iniciar el proceso de deportación hacia sus países de origen.
