La actriz Sofía Vergara recorrió las últimas semanas varios países de Europa y América, incluida su natal Colombia, para promocionar la nueva serie que protagoniza: Griselda, cuya trama está inspirada en hechos reales de la vida de Griselda Blanco, una narcotraficante de Cartagena que empezó su vida criminal en Medellín y se consolidó como “La Madrina” de la droga en Miami.
Según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Griselda Blanco utilizó múltiples fuentes para hacer crecer el negocio de la cocaína en el país norteamericano, primero en Nueva York, en Miami y finalmente en California, donde la encontraron y llevaron hasta la justicia después de años de seguimientos. En Miami, Griselda Blanco era la cabeza de una organización grande y cada vez más violenta. Le encantaba el poder que le aportaba ser la matriarca de una “familia” de cocaína y manejó su organización basándose en la familia mafiosa retratada en la película El Padrino.
A Griselda Blanco le encantaban los asesinatos. Los cuerpos se alineaban en las calles de Miami como resultado de sus enemistades. Reunió a su alrededor a un grupo de secuaces conocidos como “Los Pistoleros”. La iniciación en la escuadra se ganaba matando a alguien y cortándole una parte del cuerpo como prueba del hecho. Se dice que uno de los miembros asesinó a un rival acercándose a él en una motocicleta y disparándole a quemarropa. Esta forma de muerte fue tan admirada por Blanco y otros traficantes de Medellín que se convirtió en el método de asesinato preferido y una marca registrada del cartel de Medellín, según el mismo informe.
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Las escenas que a Sofía Vergara no le gustó rodar de Griselda
Pero pese a tener que encarnar a este poderoso personaje, Sofía Vergara contó que fueron unas particulares escenas las que “odió" filmar para la serie, que ya se puede ver en una plataforma de streaming, y que no están relacionadas con asesinatos o venta de drogas.
En una entrevista con 20 Minutos, la colombiana relató que las escenas que no le gustó grabar fueron las que se ve a la protagonista sentada en diferentes lugares, dibujando con su cigarro siluetas de personas y situaciones que ocurren frente a ella. “Eso no tuvo nada que ver conmigo, la verdad, y era de las partes más difíciles y que yo más odiaba filmar”, agregó.
“Lo odiaba. Fue un invento del director, Andi, que es muy artístico y es un genio. Pero yo lo quería matar porque, por lo general, me hacía hacer eso en las noches más largas, tipo cuatro de la mañana, cuando ya no había nadie más, solo yo, y me hacía hacer eso y yo lo quería matar”, señaló.
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“No es tan fácil como parece. Para que la cámara tome ese ángulo, tú realmente no lo estás haciendo como si lo vieras”, explica la actriz: “Tienes que hacerlo desde otro lado, era complicadísimo. Cada vez que él decía: ‘Bueno, ahora el cigarrillo’, lo quería asesinar”, recordó.
