Si todo hubiera salido como el político estadounidense Job Harriman soñó allá por 1914, al recorrer por la autopista Pearblossom, a 120 kilómetros al noreste de Los Ángeles, en California, se podría visitar la ciudad de Llano del Río, que por ese tiempo se fundó como una colonia que pretendía ser autosuficiente, pero que en la actualidad es un pueblo fantasma.
La creación de Llano del Río, ubicada en lo que hoy es Llano, al este de Palmdale, en Antelope Valley, fue una idea de Harriman, un líder socialista que había fracasado en su intento de ser alcalde de Los Ángeles, y también vicepresidente de Estados Unidos
Según la página oficial de los Parques estatales de California, fue el lugar del experimento utópico no religioso más importante en la historia de América occidental. En su apogeo en 1916, la colonia tenía 1,000 miembros y fue una floreciente prueba comunitaria dedicada al principio de cooperación más que a la competencia.
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En su intento por introducir en Estados Unidos el tipo de socialismo que deseaba, Harriman reunió a un grupo de inversores y compró 2,000 acres (809 hectáreas) en el desierto de Mojave, con el objetivo de crear una comunidad autosuficiente. El 1 de mayo de 1914, cinco personas, cuatro caballos, nueve cerdos y una vaca instalaron una aldea de tiendas de campaña improvisada en Llano del Río.
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¿Cómo se convirtió Llano del Río en un pueblo fantasma?
Pese a la gran organización comunitaria que permitió a la colonia satisfacer sus propias necesidades, con una lechería, un criadero de peces, un colmenar, cientos de conejos, vacas, cerdos y pájaros, así como cientos de acres de cereales, frutas y verduras plantadas. La falta de agua empezó a arruinar los planes de futuro, según detalla SFGate.
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Pasaba el tiempo y muchos pobladores se dieron cuenta de que el crecimiento de la localidad estaba estancado y decidieron marcharse hacia "New Llano", en Luisiana.
Ahora solo quedan ruinas de lo que en su momento fue una colonia productiva. Los restos de un gran hotel y salón social son la única infraestructura reconocible que queda de la ciudad fallida, que es visible incluso desde la carretera. Las personas que recorren la zona pueden bajar en el sitio y tomarse fotos con una parte de la historia de Estados Unidos.
