Investigadores han descubierto que un lago en Canadá, el Last Chance, ubicado en la provincia de Columbia Británica, tiene las concentraciones de fosfato natural más altas reportadas en la Tierra, lo que es fundamental para el origen de la vida.
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Esa acumulación sin obstáculos de fosfato, dice el estudio, se convierte en lagos de soda evaporativos, los que, al formarse sobre roca basáltica, que probablemente era común en la Tierra primitiva, eran “escenarios plausibles de origen de vida con suficiente fosfato para la síntesis prebiótica”, un proceso químico que permitió hace millones de años la aparición de las primeras moléculas orgánicas, que a su vez posibilitaron la aparición de la vida cientos de años más tarde.
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El hallazgo, publicado en la revista Nature el 9 de enero, podría avanzar en la comprensión científica de cómo comenzó la vida. “Pudimos buscar las condiciones específicas que la gente utiliza para sintetizar los componentes básicos de la vida en la naturaleza”, dijo David C. Catling, coautor del estudio en una reciente entrevista. “Creemos que tenemos un lugar muy prometedor para el origen de la vida”.
El lago que podría revelar el origen de la vida
El Last Chance Lake no tiene más de 30 centímetros (1 pie) de profundidad y está ubicado en una meseta volcánica a más de 1000 metros (3280 pies) sobre el nivel del mar. Es el lago más rico en fosfatos del mundo, un compuesto químico que contiene fósforo, el elemento que sustenta la vida. Entre 2021 y 2022, el equipo de investigadores visitó Last Chance Lake para recolectar y analizar muestras de agua y sedimentos.
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“Comprender el sumidero biológico de fosfato, aunque obviamente ausente en el origen de la vida, es clave para interpretar el ciclo del fósforo en los lagos de soda modernos si queremos que sirvan como análogos efectivos del entorno del origen de la vida y para una inferencia más precisa de los niveles de fosfato en lagos de soda prebióticos. El fósforo y el nitrógeno inorgánico (principalmente nitrato y amonio) son los dos macronutrientes que sustentan la producción biológica”, detallan los investigadores.