La ciudad de Nueva York quiere que los niños migrantes vayan a la escuela y dejen de trabajar en las calles o en el metro, donde generalmente ayudan a sus madres y padres a vender golosinas y otros productos con el objetivo de sostener económicamente sus vidas en Estados Unidos.
Por esto, el Ayuntamiento empezó una campaña por medio de la cual imparte folletos en español y en quechua ecuatoriano para orientar a los padres migrantes hacia los servicios infantiles disponibles en la ciudad con el objetivo de mantener a los menores en las escuelas en lugar de que estén mendigando en las calles. En estos volantes, la ciudad deja claro que está prohibido vender cualquier producto sin tener un permiso.
Kayla Mamelak, portavoz del Ayuntamiento, dijo en una declaración al New York Post que la salud y la seguridad de los menores de edad es una de las principales prioridades de la administración, por lo que buscan que cada vez más padres conozcan los recursos que la ciudad dispone para ellos.
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Agregó que están intensificando el trabajo en los refugios y en el metro, donde cada vez más se ve a migrantes procedentes de diversos países, pero especialmente de Venezuela y Ecuador, con el objetivo de informar a las personas. Sin embargo, varios extranjeros dijeron a medios locales que llevar a sus hijos es una de las estrategias que deben utilizar para poder ganar más dinero e intentar llegar a fin de mes.
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El trabajo infantil en Nueva York
Aunque los padres migrantes no ven con malos ojos que sus hijos los ayuden a vender en las calles, el estado de Nueva York tiene una de las leyes sobre trabajo infantil más estrictas del país.
Esta normativa limita el número de horas que los menores de 18 años pueden trabajar cuando hay clases. Para trabajar entre las 10:00 p.m. y la medianoche un día antes de una jornada escolar, los jóvenes de 16 y 17 años necesitan un permiso por escrito de un padre o tutor y un certificado de situación académica satisfactoria de su escuela. Los menores de cualquier edad no podrán trabajar durante el horario escolar, a menos que se hayan graduado o se hayan dado de baja de la escuela.
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La policía local y funcionarios de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA, por su sigla en inglés) están apoyando al Ayuntamiento para distribuir los folletos a quienes están comercializando productos en las calles junto a sus hijos.
