Imagina despertar cada día con la emoción de trabajar en algo que amas, pero con la preocupación constante de no poder cubrir tus gastos. Esto es lo que enfrentan muchos maestros en el sur de Florida. A pesar de su pasión por la enseñanza, el alto costo de vida está superando sus salarios, y los obliga a replantearse su futuro.
Cada vez más educadores, incluso con décadas de experiencia, piensan en abandonar el estado. Los precios de alquiler, la imposibilidad de comprar una vivienda y los consumos diarios están presionando a maestros que, hasta ahora, dedicaban su vida a sus comunidades.
Esta situación plantea una gran pregunta: ¿qué futuro le espera a la educación en el Estado del Sol si aquellos que forman a las próximas generaciones no pueden permitirse vivir donde enseñan? Es un dilema que no solo afecta a los maestros, sino también al sistema educativo en su conjunto.
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¿Cuál es el salario promedio de un maestro en Florida?
El salario promedio de un maestro en Florida es de unos 53,000 dólares al año, lo que lo posiciona como el segundo más bajo del país. Esta cifra resulta insuficiente para muchos educadores que exigen que haya una compensación laboral para poder mantener a flote a sus familias.
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Por ejemplo, en el condado Miami-Dade, los maestros novatos ganan alrededor de 49,500 dólares, que puede aumentar a 52,470 dólares con bonos. Con 20 años de experiencia, un profesional de este tipo puede llegar a ganar un poco más de 64,000 dólares.
En el condado de Broward, un docente en su primer año recibe unos 50,766 dólares, mientras que con 20 años de experiencia se gana cerca de 68,235 dólares. Esta situación estresa a los educadores, quienes se ven atrapados entre un salario que no se ajusta al costo de vida y su pasión por enseñar.
¿Qué alternativas deben considerar los maestros en Florida para sobrevivir?
Muchos maestros recurren a trabajos adicionales para cubrir sus gastos. Además de su labor en las aulas, aceptan clases particulares, entrenan equipos deportivos o enseñan en escuelas nocturnas. Esto se convirtió en una necesidad para muchos, debido a los salarios insuficientes.
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La preocupación por la manutención es significativa, y un alto porcentaje de instructores incluso considera dejar la profesión. A pesar de su dedicación, el bajo salario hace difícil mantenerse al día con los consumos básicos.