La reciente ola de incendios forestales en California ha generado un debate sobre las opciones para combatir las llamas. Una pregunta recurrente entre la población es: ¿Por qué no se utiliza el agua de mar para apagar los incendios, especialmente en zonas costeras como Pacific Palisades?
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¿Por qué no se puede usar el agua de mar para apagar incendios?
La idea de usar el agua de mar puede parecer una solución obvia para poner punto final a los incendios forestales; sin embargo, la realidad es mucho más compleja. Los expertos en extinción de incendios explican que el agua salada presenta varios inconvenientes que la hacen inadecuada para esta tarea.
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La principal razón por la que no es posible usar el agua de mar para combatir el fuego, es que la sal reduce la capacidad del agua para absorber el calor. En consecuencia, el agua salada es menos efectiva para enfriar los materiales en llamas y extinguir el fuego de manera rápida y eficiente.
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Pero además la sal puede poner en riesgo el equipo que se usa para apagar el fuego, pues es altamente corrosiva y puede dañar las mangueras, bombas y motores. Esto no solo aumenta los costos de reparación, sino que también pone en riesgo la seguridad de los bomberos.
Por otra parte, el uso de agua salada en grandes cantidades puede contaminar el suelo y las fuentes de agua dulce, causando daños a los ecosistemas y a la vida silvestre.
Además de estos factores, la logística de bombear grandes cantidades de agua salada desde el océano hasta el lugar de un incendio es compleja y costosa. Los equipos necesarios para esta operación no son estándar en los departamentos de bomberos y requieren una planificación y coordinación significativas.
