Estados Unidos cuenta con una gran variedad de zonas turísticas, desde la playa hasta la montaña, pasando por el encanto de sus ciudades. Pero otros sitios no tan conocidos también cuentan con su propia magia. Así lo muestra un pueblo escondido de California, en el que sus residentes vivieron durante años en cuevas avanzadas que en la actualidad están deshabitadas.
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Se trató de Dublin Gulch, un pequeño pueblo ubicado a las afueras de Shoshone (donde viven tan solo 23 habitantes, según el último censo del 2022), en el condado de Inyo, en California. Si bien en la actualidad se encuentra deshabitado y es considerado por sus vecinos un lugar con mucha historia en sus entrañas, hace décadas contó con residentes que vivieron en sus cuevas.
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¿Cuál es la historia que oculta el pueblo de Dublin Gulch?
Según se detalló en el libro Remembering the early Shoshone and Tecopa Area (Southeastern Death Valley Region), publicado por Ken Lengner y George Ross en el 2009, y difundido por distintos medios locales, las cuevas de Dublin Gulch fueron excavadas en ceniza volcánica compactada en la década de 1920. Los autores de su creación fueron mineros de la zona.
La calidez en invierno y la frescura en verano que proporcionaban las instancias de estas cuevas atrajeron a los transeúntes de la zona, que buscaban un lugar acogedor para vivir. A pesar de que las cuevas se asocian a otras épocas, estuvieron habitadas hasta la década de 1970.
¿Quiénes fueron los residentes de las cuevas de Dublin Gulch?
Los primeros residentes de las cuevas de este pequeño pueblo en California serían los hermanos dedicados a la minería Harry y Henry Ashford, quienes dormían en las grandes habitaciones que construyeron en su interior. Además, contaban con una puerta de roble dorado con paneles ornamentados, que le dio un toque distintivo a la vivienda.
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Posteriormente, durante la década de 1960, llegaría a las cuevas un hombre conocido como "Deafie Jack", llamado Jack Norman. Para dar paso después al minero James F. Dallas, quien permanecería alrededor de 20 años en el pueblito, hasta su fallecimiento en 1947. Otros visitantes que eligieron Dublin Gulch para vivir fueron Johnny Sheridan, Joseph W. Allison, James Frederick Belfield y Shorty O'Bannon.
