El estado de Texas se prepara para un aumento significativo en la demanda de electricidad en los próximos años, según una reciente predicción del Consejo de Fiabilidad Eléctrica estatal, de acá al 2030. Ante esta perspectiva, el gobernador Greg Abbott y el vicegobernador Dan Patrick anunciaron planes para expandir considerablemente el fondo local.
Este fondo, aprobado por los votantes en noviembre del año pasado, está destinado a ofrecer préstamos a bajo interés para incentivar el desarrollo de nuevas plantas de energía alimentadas con gas. Para ello, es necesaria una inversión millonaria. Descubre todo lo que se sabe de este importante proyecto.
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Para hacer frente a este desafío, las autoridades buscan aumentar significativamente el Fondo de Energía de Texas, al pasar de una inversión 5 mil millones de dólares a una de 10 mil millones. Las cifras del pronóstico indican una necesidad urgente de revisar todas las políticas relacionadas con la red eléctrica.
El estado ya había destinado inicialmente 5 mil millones de dólares para financiar préstamos con un interés del 3% en el área, lo que serviría para construir nuevas plantas de energía que no dependan del clima y que podrían abastecer a más de 20,000 hogares cada una.
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Con este gasto no solo se buscará aumentar la capacidad de generación de energía, sino también mejorar la infraestructura existente. El fondo está diseñado para pagar bonificaciones a las empresas que conecten nuevas plantas de gas a la red principal para junio del 2029 y para ofrecer subvenciones que modernicen y gestionen el crecimiento de la vegetación a su alrededor.
La necesidad de estas mejoras se hizo evidente tras la tormenta invernal del 2021, que dejó a millones de tejanos sin electricidad ni calefacción durante varios días en medio de temperaturas extremadamente bajas. Esta catástrofe provocó la muerte de cientos de personas.
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La expansión propuesta también responde a la abrumadora demanda de fondos. El estado recibió notificaciones de intención de solicitar préstamos por 39 mil millones de dólares, casi ocho veces más de lo inicialmente reservado. Las autoridades estiman que la construcción de plantas de energía tomará entre tres y cuatro años, mientras que las nuevas líneas de transmisión requerirán de tres a seis años para completarse.
